Denuncian la aparición de larvas y malos olores en la plaza de la Vila de Cambrils
El mal olor y los insectos salen de un local de un bloque de pisos con ocupas sin agua
Los propietarios de los comercios y restaurantes de la plaza de la Vila de Cambrils se quejan de los malos olores que se sienten en la zona y de la aparición de larvas de abejón. Este olor, que apareció ya hace un mes, provendría de un local vacío, ubicado en los bajos de un edificio de la plaza y la causa de los olores, según los comerciantes, sería que los primeros pisos del bloque están ocupados desde hace dos años y hace nueve meses que no tienen suministro de agua. Con la carencia de corriente de agua, los inquilinos hacen viajes con garrafas y los vecinos creen que las cañerías no están funcionando adecuadamente. Estas cañerías pasan justo por el techo del local vacío por donde están saliendo los insectos y los malos olores. Los propietarios de los negocios del alrededor de la plaza aseguran que los inquilinos no generan ningún tipo de conflicto, pero que las condiciones en las que viven afectan a toda la plaza.
Ante las quejas de los comerciantes al Ayuntamiento y a la concejalía de Medio Ambiente, el consistorio puso en marcha la limpieza de las cañerías públicas de la zona por parte de la empresaComaiguaque, después de analizar el insecto, señaló que son larvas cola de rata, concretamente de moscas de abejón, que acostumbran a vivir en aguas estancadas y con mucha materia orgánica. Con la limpieza de las cañerías de la zona, la empresa no encontró ningún tipo dedesajuste y, por lo tanto, descartó la posibilidad que la problemática fuera a causa de los conductos públicos. La concejalía de Medio Ambiente señala que no puede hacer más allá de esta limpieza y tampoco puede asegurar que la causa del problema sean las cañerías que pasan por el local. El consistorio también confirmó que la propiedad del edificio es de una empresa privada.
Ante la carencia de soluciones, los vecinos están preocupados porque se está convirtiendo en una zona desagradable para estar mucho rato. La propietaria del restaurante LaVilateriaexplicaba en el Diari Més que «los bares y restaurantes con terrazas en la calle vemos cómo la gente no quiere sentarse por los malos olores que sienten, no es agradable». Además, los negocios más próximos al bloque tienen que barrer cada día «mañana y tarde» todas las larvas que entran y cada noche colocan cinta adhesiva en los bajos de las puertas para evitar al máximo el acceso de los animales. Ayer por la tarde algunas de estas larvas ya hicieron la transformación en gusanos, hecho que dificultará la tarea de limpieza de los locales.