Tradición
El Ball Parlat del Sant Crist de Salomó vuelve a la iglesia después de dos años de pandemia
Las representaciones se podrán ver los cuatro primeros domingos de mayo
El Ball del Sant Crist de Salomó recupera su formato regular este 2022 y vuelve a la iglesia después de dos años de pandemia. Este año, coincide con el 50.º aniversario de la última estructuración de la obra, a propuesta del Institut del Teatre de Barcelona. Un hito que significó el paso de las representaciones de la calle en el templo parroquial y la adopción de la actual periodicidad anual.
El Baile Hablado se podra ver los cuatro primeros domingos de mayo, que este año son los días 1, 8, 15 y 22. Este año, la organización prevé incorporar definitivamente el papel del diablo al tramo final del Baile, tal como establece la tradición, así como varias mejoras técnicas. Además, se ha renovado y modernizado una parte de la infraestructura.
Paralelamente también se trabaja en un programa de actividades que va más allá de las funciones o la tradicional arrimada popular de final de temporada. De esta manera, coincidiendo con la Fiesta Mayor de la localidad, el sábado 30 de abril en Cal Cadernal se inaugurará la exposición El Ball del Sant Crist de Salomó 1972 – 2022. 50 anys de representacions a l'església. Además, también se celebrará un encuentro de poblaciones de todos los Países Catalanes que cuentan con un Cristo milagrero, como por ejemplo Igualada, Bellpuig, Balaguer, Piera, Palamós o Valencia, entre otros.
Ball del Sant Crist de Salomó
El Ball del Sant Crist de Salomó es un espectáculo teatral de raíces medievales declarado Elemento Festivo Patrimonial de Interés Nacional por la Generalitat de Catalunya. Combina teatro, danza, luz y efectos especiales, y pertenece al género de los bailes hablados, de mucha tradición en el Camp de Tarragona y en el Penedès.
Pone en escena unos hechos legendarios del siglo XVI que la tradición popular ha mantenido hasta día de hoy. Explica que, ante el hambre que sufría el pueblo y toda la comarca, un mercader salomonenc, Josep Nin, embarcó hacia Argel en busca de trigo. Volvió con el alimento, pero también con la imagen de un Crucifijo que, milagrosamente, compró por treinta monedas y después de bastantes obstáculos.