Tarragona necesita entre 3.000 y 9.000 nuevas viviendas para cubrir la demanda

Cataluña necesita urgentemente construir más vivienda para dar respuesta a la alta demanda existente en el mercado. Es la principal conclusión de un estudio elaborado por la cátedra Vivienda y Futuro de la UPF y la Asociación de Promotores de Cataluña (APCE), que fija esta necesidad una horquilla de entre 21.000 y 30.000 nuevos pisos anuales, mientras que la producción actual de viviendas oscila en torno a los 11.000. Por demarcaciones, la de mayor demanda es Barcelona (entre 7.000 y 13.000 viviendas), seguida de Girona (entre 6.000 y 11.000) y Tarragona (entre 3.000 y 9.000). En el caso de Lérida, la parte baja de la horquilla estima una caída de la demanda de 500 viviendas, mientras que por la parte alta podrían hacer falta hasta 1.500 nuevos pisos.

Con estas cifras en mano, el sector reclama a las administraciones políticas urbanísticas que permitan la generación no nuevo suelo y la búsqueda de formulas de colaboración para incrementar los índice de producción. «Nos tenemos que poner más pronto que tarde a hacer estas viviendas que la sociedad catalana necesita», afirma el presidente de la APCE, Xavier Vilajoana.

Según el presidente de la patronal, las promociones que se han levantado en el último año y medio se han vendido prácticamente todas sobre altiplanicie y desmiente que haya grandes bolsas de vivienda vacía en Cataluña. «Es un imaginario», afirma. Según Vilajoana, sólo quedan algunos restos de stocks en zonas de baja demanda fruto de una mala planificación previa a la crisis de 2008.

En este sentido, el área metropolitana es todavía la zona con más presión, pero la pandemia, y también la liberación de los peajes, «ha ayudado a redistribuir mejor la demanda» en el territorio. Actualmente ya son muchas las empresas que apuestan por proyectos «fuera de la primera y segunda corona» del área metropolitana.

El coordinador del estudio y director de la cátedra Vivienda y Futuro de la Universidad Pompeu Fabra (UPF), Josep M. Raya, avisa de que estos datos generarán necesariamente «tensiones» en los precios, si no se corrige la relación entre oferta y demanda. Al mismo tiempo, espera que el trabajo pueda ayudar a incidir también en políticas sociales y de vivienda de las administraciones.

En este sentido, el estudio apunta que hasta 2025 quedarán obsoletas unas 64.000 viviendas en Cataluña, de los cuales sólo se prevé que se puedan «renovarán» unos 3.000. El trabajo de la UPF también alerta de la dificultad de determinados colectivos, como los jóvenes, para acceder a una vivienda.