«Me daba respeto que la gente me conociera a través de las canciones, pero lo he superado»

—Et porto escrit parece una ruptura con los trabajos anteriores. ¿Estamos ante una nueva Maria Jacobs?

—De alguna manera, sí. Para mí, el confinamiento fue un choque, tanto personal como profesional. Cuando salimos, decidí que quería cambiar e ir hacia la electrónica. Pero cuando empezamos a trabajar con el productor, Adrián Ghiardo, nos encontramos con que cada tema era diferente. Había rock, baladas, funk... Y dijimos: ¿Por qué tenemos que cambiar? No hace falta que lo unifiquemos todo en un solo estilo, si cada canción tiene su vida.

—¿A esta nueva Maria la encontramos también en las letras?

—Sí, siempre me ha dado un poco de respeto que la gente me conozca a través de mis canciones. Pensaba que con el disco anterior, Invisible, lo había superado, pero ahora me he dado cuenta de que no lo he superado hasta ahora. Y seguro que en el disco siguiente me volverá a pasar... Pero es guay, porque haciendo un disco te conoces a ti misma.

—En este disco encontramos mucho amor y también desamor. Y bastante amor instantáneo...

—Sí, están las dos cosas. Y, tal como dices, también amor a primera vista. Pero también todo lo contrario al amor instantáneo. Pienso por ejemplo en Vull que el mal me'l facis tu, que es una canción que habla de cuándo quieres mucho a una persona, pero te das cuenta de que te está haciendo daño, y eso pasa al cabo de mucho tiempo juntos.

—Al hablar de las relaciones, también mencionas bastante las redes sociales, estos canales que nos ofrecen otras vías para el amor.

—Exacto, lo explico en Sempre tornes. Esta canción habla de cómo las redes a menudo no muestran lo que somos. Yo misma me encuentro, porque las utilizo mucho por el trabajo, y estoy convencida que la mayoría a veces no mostramos nuestra parte más débil.

—¿Cómo fue el proceso de composición de este nuevo trabajo?

—Este disco lo empezamos hace un año y medio, y ha sido muy bonito porque con Adrián enseguida tuvimos la misma visión. En el proceso se sumaron otras personas, como Manel Navarro. Son personas con quienes acabas teniendo una especie de comunión de sangre. Curiosamente, el disco tenía diez canciones, pero a última hora escribí He crescut, que es la canción más íntima que he hecho nunca. No sabía si incluirla o no, pero al final lo he hecho, y pienso que funciona muy bien como conclusión.

—Tengo la sensación que estamos ante una Maria también más fuerte y empoderada, que si hace falta se defiende a puñetazos, como en el videoclip de Algú per estimar.

—Sí. Mi disco anterior seguramente era más country y más cuqui. Ahora he querido hacerme valer. Con respecto a los videoclips, siempre me los planteo como un reto: como no sé bailar, pues haré un videoclip bailando. Soy hiperactiva y me encanta hacer cosas nuevas.

—Este hacerse valer también se puede aplicar a tu carrera. ¿Hace muchos años que te dedicas a la música, sentías también la necesidad de decir estoy aquí?

— Por supuesto. Pienso que la gente tendría que valorar mucho a las personas que, por el hecho de hacer música, suben a un escenario, porque se ponen en el punto de mira de todo el mundo, y todos pueden opinar. En Algú per estimar hablo de estas cosas, sobre la salud mental y el hecho de que uno tiene que estar seguro de sí mismo, y no hacer las cosas por los otros. Es muy fácil caer en lo que la sociedad quiere que seas, y yo me niego.

—El mercado musical ha cambiado mucho, tanto en la difusión como en la escucha. ¿Cómo te adaptas?

—En esta profesión dependes mucho de la gente, de si te escuchan o no, de si les gusta lo que haces o no... Por lo tanto, es fácil caer en lo que decía antes, venderte porque dependes del público. Pero a la vez tienes que defender tu amor a la música, tu manera de hacer las cosas. Pero el equilibrio es difícil. Si, por ejemplo, no me contrataran, no sé si seguiría haciendo música... Por otra parte, ahora todo es muy rápido. Mi disco fue muy escuchado la primera semana, pero si ahora no hiciera promo, nadie pensaría. Y es normal, yo ahora no recuerdo si Sia ha sacado disco. ¡Y es Sia!