El cambio climático obliga a añadir riego de soporte a algunos cultivos de secano

Muchos campesinos se ven obligados hoy día a añadir riego de soporte a sus cultivos de secano a causa del cambio climático. Esta medida, que ayuda a mantener y mejorar la calidad del producto, provoca que en ojos de la administración estas tierras sean consideradas de regadío. Esta transformación y también el abandono de cultivos de secano ha comportado que la provincia de Tarragona pierda unas 15.000 hectáreas de este tipo en los últimos diez años. Según los datos del Instituto de Estadística de Cataluña (Idescat), el año 2021 se contabilizaron un total de 147.580 hectáreas, mientras que en el 2011 había 162.323. El cambio también se nota en relación a principios de siglo, ya que el año 2001 la cifra era de 195.482.

«Mantener los cultivos de secano como antes es muy complicado», expone al responsable de Organización de Unió de Pagesos, Josep Carles Vicente. La rentabilidad económica es uno de los principales motivos de la pérdida de hectáreas, tal como señalan Vicente y el responsable del sector de la Viña y el Vino en el Campde Tarragona de la entidad, Josep Ramon Sedó: «Cada vez son menos los beneficios». Además, los costes de producción han aumentado, lo cual provoca dificultades económicas y, consiguientemente, que los campesinos abandonen las tierras.

Otro aspecto relevante en la disminución de terrenos de cultivo de secano es la zona donde se encuentran. «Muchos están en la montaña, motivo que imposibilita la mecanización del trabajo y los hace menos atractivos,» explica Vicente. Vicente también apunta a la falta de relieve generacional como otro motivo porlos cuales se ha reducido la cifra. A su vez, Sedó expresa que «siempre estamos retrocediendo porque se construyen polígonos y carreteras en espacios agrarios».

Al mismo tiempo, los campesinos intentan luchar contra el aumento constante de temperaturas, causado por el cambio climático. Por este motivo, se ven obligados a añadir riego de soporte a los cultivos de secano con el fin de mantener o mejorar la calidad del producto. «El riego evita a la planta sufrir estrés hídrico. El agua equilibra el punto de maduración», señala Vicente.

«Diferentes zonas del Priorat han sufrido unos dos o tres años de sequía», expone al responsable de Organización de Unió de Pagesos. Los olivos del mismo Priorat o los olivos y viñas de la Terra Alta y la Ribera de Ebro son algunos de los cultivos que necesitan riego de soporte. Sin embargo, tal como señala Vicente, hoy día «todavía menos del 50% del cultivo de Tarragona necesita riego». Según el Idescat, los cultivos de regadío de la provincia ocupan 69.628 hectáreas. El año 2011 ocupaban unas 66.416. Vicente cree que hace falta un punto intermedio para catalogar los cultivos de secano con riego de soporte, ya que tampoco son exactamente de regadío.

Vicente también piensa que desde las administraciones tienen que crearse planes estratégicos con previsión con el fin de optimizar recursos y facilitar herramientas al sector agrario. A pesar de la pérdida de suelo dedicado al cultivo de secano, la provincia sigue contando con bastantes tierras de este tipo, sobre todo en el Campde Tarragona y la Conca de Barberà, pero el cambio climático dificulta su mantenimiento.