El gobierno invertirá 1.050 MEUR en los próximos siete años en mejoras en la AP-7 y la AP-2

El gobierno español ha anunciado este viernes que prevé invertir 1.050 millones de euros durante los próximos siete años en actuaciones de mejora en la AP-7 y la AP-2, vías que son titularidad estatal y que de aquí poco hará un año que levantaron los peajes. En una comparecencia en la sede del gobierno en Cataluña, la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, ha detallado que el conjunto de obras programadas permitirán a los usuarios ahorrar 750 millones de euros y 6,3 millones de horas de espera en colas cada año.

Las actuaciones supondrán la apertura de 42 procesos de licitación sobre un total de 224 kilómetros y se centrarán en la mejora y construcción de enlaces, así como el aumento de la capacidad de las vías.

El programa se divide en cuatro ejes. Por un lado, la mejora de los enlaces existentes, unas actuaciones con una inversión prevista de 52,6 millones de euros, y por otra, la construcción de nuevos enlaces, con un gasto estimado de 75,9 millones de euros. Sin embargo, la partida más importante es para actuaciones de mejora de la funcionalidad y la capacidad de las vías, con 687 millones de euros. Por último, el gobierno español prevé actuaciones complementarias por 233,7 millones de euros, una partida que incluirá inversiones en otras vías más allá de la AP-7 y la AP-2, pero que también se ven afectadas de forma indirecta por el su tráfico.

El plan presentado este viernes tiene como objetivo mejorar el funcionamiento general de ambas autopistas, que actualmente se encuentran «al límite» de su capacidad, según ha reconocido el secretario general de Infraestructuras del Ministerio, Xavier Flores. Según los datos facilitados por el ejecutivo, el tráfico de vehículos en la AP-2 desde que desaparecieron los peajes se ha duplicado, mientras que el de camiones se ha triplicado. En el caso de la AP-7, el volumen de vehículos se ha incrementado un 40% y el de camiones un 80%.

«Lo que queremos es transformar la AP-7 y la AP-2 para hacerlas más resilientes y más seguras», ha indicado Flores. «No puede ser que cuando tengamos un accidente e incluso un pinchazo de un camión, que se nos pare todo y las colas lleguen hasta el nudo de la trinidad; debemos tener una vía capaz de absorber estas incidencias», ha añadido.

En este sentido, Flores ha detallado que el plan no contempla la construcción de autovías paralelas a las autopistas. La prioridad es, según el gobierno español, «aprovechar al máximo la infraestructura ya existente».

Apuesta por la sostenibilidad

Durante la presentación del programa, la ministra Sánchez remarcó que las actuaciones, en ningún caso, pretenden incentivar el uso de los vehículos privados y entrar en contradicción con los objetivos climáticos. «La apuesta por el ferrocarril es clara, y también queremos descarbonizar y reducir las emisiones», ha destacado. «Lo que queremos es que las formas de desplazarnos sean más respetuosas con el medio ambiente», ha añadido.

De hecho, la ministra de Transportes ha lamentado que haya gente interesada en utilizar este tema para «alimentar el falso debate entre la inversión y la sostenibilidad ambiental». «Cuando hablamos de aumentar la capacidad no queremos introducir más demanda, sino de adaptar la infraestructura a la situación actual ya las estimaciones más realistas que tenemos sobre el futuro», ha defendido.