Sociedad
Aumenta el consumo de agua del CAT este julio y ya es el más alto de los últimos diez años
El uso de agua del Ebro crece un 10% respecto la media de los meses de julio de la última década
El consumo de agua suministrada por el Consorci d'Aigües de Tarragona (CAT) durante julio ha sido el más alto de este mes de los últimos diez años. Según datos facilitados por el CAT, los 71 ayuntamientos y 25 empresas del Camp de Tarragona y Terres de l'Ebre que forman parte han incrementado su demanda un 10% respecto la media de los meses de julio de la última década, hasta los más de 8 hm3. El presidente del consorcio, Joan Alginet, ha destacado que son unas cifras un poco superiores a las del 2017, pero que no llegan al récord que se registró el año 2007. Aún así, ha remarcado que la cuenca hidrográfica del Ebro se encuentra en una situación de «normalidad» y que a día de hoy no hay riesgo de desabastecimiento.
Alginet ha indicado que el incremento en los consumos ha venido tanto por parte de los municipios como de la industria. A causa de la sequía algunos consistorios han activado las «dotaciones de reserva» que tienen del CAT, ya que sus recursos propios procedentes de pozos o acuíferos se han agotado o se encuentran en niveles bajos. Estas dotaciones de reserva son unos recursos extraordinarios fijados previamente a los que pueden acceder en momentos puntuales.
Un ejemplo es Reus, que si habitualmente se abastece en un 60% de agua del Ebro, en los últimos días ha incrementado su dependencia hasta el 90% por «la prolongada falta de lluvias que está afectando a las fuentes de abastecimiento que son propias de la ciudad», tal como ha reconocido el consistorio. «Está siendo un verano muy complejo, con temperaturas muy altas y eso facilita un consumo más elevado del que es habitual», ha dicho el presidente del consorcio. A las piscinas y segundas residencias, también se tiene que sumar el incremento del turismo que hace que algunas localidades incrementen mucho la población.
Al mismo tiempo, Alginet ha explicado que «la industria también está siendo responsable» del incremento del consumo de agua, ya que ha vuelto a niveles de producción similares a los de antes de la pandemia. Del total del consumo del CAT, un 63% corresponde a los municipios y el 37% en la industria. Aún así, ha destacado «el esfuerzo» que hacen las grandes empresas y algunos ayuntamientos por apostar por la regeneración de agua. «Los grandes municipios tienen que planificar una política hidráulica que tenga en cuenta las necesidades porque estas situaciones -de sequía- no serán esporádicas», ha señalado. También ha defendido que la captación que se hace del Ebro «es sostenible» y que no se supera ningún límite fijado por las administraciones.
Así, ha hecho un llamamiento a un consumo responsable porque si bien en la cuenca del Ebro la situación es de normalidad «el agua no es un recurso infinito». De todos modos, ha indicado que tiene que ser cada ayuntamiento el que determine si tiene que tomar medidas para limitar el consumo de agua, tanto propio como de la población, en función de sus reservas.