Agricultura
La DO Tarragona y la DO Conca esperan una vendimia con menos uva pero de calidad
Las altas temperaturas hacen avanzar la cosecha
Las Denominaciones de Origen Tarragona y Conca de Barberà esperan una vendimia entre un 5% y un 20% menos voluminosa que el año pasado. Las altas temperaturas de estos últimos meses y la sequía han hecho que la uva sea más pequeña y haya madurado antes, hecho que también hace adelantar la cosecha. En el caso de la DO Tarragona las variedades más tempranas de la zona de la Ribera d'Ebre y de zonas de cerca del mar del Baix Camp ya se empiezan a coger, pero el grueso de la producción -la del Alt Camp- se cogerá a partir del 25 de agosto. En la Conca de Barberà la vendimia se adelantará entre una y dos semanas y empezarán la última de agosto. Aún así, las dos DO se muestran convencidas de que la calidad será alta pero no será excepcional como el 2021.
El presidente de la DO Tarragona, Vicenç Ferré, espera una reducción de la cosecha del 5%. «Hay bastante uva, sobre todo en variedades autóctonas como el macabeo, el moscatel o la garnacha. Debido a la baja pluviometría puede ser que la producción caiga un 5%, dependiendo de la lluvia que haya hasta mediados de septiembre», ha expuesto. Las dificultades las han tenido las variedades foráneas, como el cabernet o el chardonnay, de los que «hay poca uva».
Ferré lo justifica por el calor que ha hecho las últimas semanas. Un aspecto que afecta a toda la cosecha y hace que la vendimia se adelante. «Se está acelerando la maduración. El grano queda más pequeño, a la cepa le falta hidratación y acumula azúcares más rápidamente, sin una maduración completa de la piel», indica. Este hecho acondicionará los vinos que se harán, que serán «muy aromáticos y muy limpios, porque no hay enfermedades porque no ha llovido y, por lo tanto, no hay hongos». «En cambio, a nivel de boca será más difícil trabajar las amarguras porque la piel y el hueso no han acabado de madurar, y eso se puede notar en la añada», ha detallado.
La situación es similar en la Conca de Barberà. El presidente de la DO, Ricard Sebastià, ha concretado que en su caso durante este verano las temperaturas han bajado bastante por la noche, casi siempre por debajo de los 20 grados, y eso ha hecho que la «maduración mantenga más la acidez y la frescura en la uva». Los granos serán más pequeños y este hecho les obligará a hacer un trabajo enológico en la bodega «de menos maceración porque habrá más proporción de piel y hueso». «Hay uva pero pesará poco. La calidad será buena o muy buena pero tendremos entre un 10% y un 20% menos de producción que el año pasado», ha pronosticado Sebastià. Con todo, confía en que unas lluvias de última hora puedan hacer aumentar el tamaño de los granos.