Salou corona las Nits Daurades con la tradicional procesión de la virgen

El gran castillo de fuegos artificiales, tirado desde el centro de la playa de Llevant de Salou, era ayer el colofón final a las Nits Daurades, las fiestas de verano de la capital de la Costa Daurada que, este año, finalmente, han recuperado la plena normalidad después de dos años marcados por las restricciones impuestas por la pandemia de la covid-19. La vuelta a la normalidad ha supuesto también la recuperación de las tradiciones, como la procesión por el suelo y mar de la Virgen de Santa Maria del Mar, entroncada con el pasado marinero del municipio, que este año estrenaba imagen, ya que en el 2019 se fracturara después de caer de la peña cuando era llevada en el interior de la iglesia que lleva el nombre de la patrona.

La imagen de la Virgen de Salou fue renovada, el pasado año 2020, con una nueva construcción, obra del escultor Manel Llaurador Fortuny, que hace que sea más resistente y de materiales que aligeran su peso, hasta la mitad del de la antigua. Para su elaboración, se utilizó fibra de vidrio y resina, y fue pintada en aceite, con los colores originales, y barnizada. La altura de la Virgen es de 1,30 metros de altura.

Así, después de la misa en la iglesia Santa Maria del Mar de Salou, la imagen salió a la calle, llevada por los miembros de la Cofradía de Pescadores de Salou para recorrer el paseo Miramar, hasta llegar al Espigón del Moll, donde empezó la procesión marítima, en una barca, en remos, por parte de los marineros.

Con la imagen de nuevo en el paseo Jaume I, empezó el castillo de fuegos artificiales delante de miles de personas que, como cada año, ocuparon toda la playa de Llevant y el paseo, que se cortó al tráfico, en uno de los días en el que la capital de la Costa Daurada recibe a más visitantes de los municipios de los alrededores, que se suman a los turistas.

El alcalde de Salou, Pere Granados, ha valorado positivamente «la gran participación de este año en las Nits Daurades, y el buen recibimiento, por parte de visitantes y residentes». El concejal de Servicios Culturales, Xavier Montalà, ha mostrado su satisfacción por «poder volver a disfrutar de estos actos tradicionales, como son la misa y la procesión, que ponen, cada verano, el broche de oro a la celebración de la Festa Major».

Al finalizar los fuegos, actuó la orquesta La Privada, en la plaza de las Comunitats Autònomes, que ha sido el escenario de todos los grandes conciertos que se han organizado durante las Nits Daurades.