Plantan cultivos trampa para controlar las chinches que afectan a los avellanos en el Camp de Tarragona

Los investigadores del Institut d'Investigació i Tecnologia Agroalimentaries (IRTA) han plantado cultivos trampa en la finca experimental de Mas Bové, de Constantí, y en cinco más del Camp de Tarragona para controlar las chinches que afectan a los campos de avellanos. Desde el año pasado, se han sembrado cerca de las plantaciones especies como el garbanzo, la trepadella o el sorgo. El objetivo es que estos cultivos trampa sean lo bastante atrayentes para que los insectos se queden para alimentarse o aparejarse, y no vayan a los avellanos. Los primeros resultados del estudio apuntan que estas plantaciones pueden ser una «buena» estrategia para combatir esta plaga, ya que es difícil afrontarla por la falta de productos fitosanitarios permitidos y el movimiento de los insectos.

La Palomena prasina y la Nezara viridula, conocidas con el nombre chinche verde, son dos de las chinches que afectan al grano de la avellana. Son insectos chupadores que pican el fruto, provocando varias afectaciones según los estadios de desarrollo del cultivo. Concretamente, provocan que las avellanas caigan de forma prematura, deformaciones y manchas blancas en el grano. Así, según el año, la finca y la variedad, pueden ocasionar pérdidas de hasta el 30% de la cosecha y también repercutir en la calidad de la avellana.

El estudio de la presencia de las chinches se hace desde el mes de mayo hasta octubre, en el periodo que salen de la hibernación. Una vez por semana, se aspiran los cultivos trampa y se golpean las ramas de los avellanos -es lo que se conoce como frappage- para saber cuántos individuos hay en cada lugar. «El año pasado encontramos ninfas en los cultivos trampa y es una muy buena señal que nos demuestra que los cultivos trampa podrían ser una solución para controlar las chinches», ha explicado Mercè Rovira, investigadora del programa Fruticultura del IRTA.

Con respecto a los resultados de este año, Rovira ha señalado que se han encontrado ninfas y adultos en la trepadella y adultos en el sorgo. Paralelamente, ha destacado que se ha iniciado un estudio para averiguar qué plantas atraen más a las chinches, en función de su ciclo. El estudio de las manchas blancas en el grano de la avellana se puso en marcha con un proyecto los años 2004-2006 del IRTA con el soporte de la Cooperativa COSELVA que concluyó que las ocasionaban insectos chupadores.

Los últimos años se han hecho diferentes estudios con los técnicos de sanidad vegetal de los Servicios Territoriales de Tarragona del Departament d'Acció Climàtica, Alimentació i Agenda Rural (DACC), y técnicos de las Agrupaciones de Defensa Vegetal (ADV), que han permitido definir las dinámicas poblacionales de los insectos, reproducir el ciclo biológico en cautividad y demostrar los efectos de las chinches sobre el fruto de la avellana, entre otros.