Magia
«La hipnosis es comunicación y sugestión»
El famoso ilusionista francés actúa este sábado en las 17as Jornades de Màgia Impossible de la Canonja
Jeff Toussaint, hipnotista profesional de nacionalidad francesa, está especializado en hipnosis teatral y ha actuado en escenarios de toda Europa. En España es muy conocido por su participación en el programa de Antena 3 Hipnotízame.
—¿En qué consiste Nit d'hipnotisme, el espectáculo que lleva a la Canonja este sábado?
—El público podrá disfrutar de un espectáculo que tiene todo lo que no se puede ver en la televisión. Es decir, en qué consiste el proceso de inducción a la hipnosis de un grupo de personas de la A a la Z. Hay quién puede pensar que tengo poderes, que hago trucos o trampas, pero en el espectáculo se podrá ver que no hay nada de todo eso, sino que, en realidad, la hipnosis no existe. Lo que es real es la capacidad de comunicación y de sugestión que lleva el proceso de autohipnosis.
—Usted practica la hipnosis teatral. ¿En qué consiste?
—La hipnosis se practica en muchos campos, como en el coaching, la educación, el espectáculo... En mi caso jugamos con la imaginación, creando lo que podríamos decir estímulos alucinativos que hacen que la persona tenga la percepción ligeramente alterada, pero para bien.
—El principal temor de quién no se ha sometido nunca a hipnosis es perder la voluntad, el control de lo que hace uno mismo.
—Eso es un mito. Las personas no pierden nunca el control ni la conciencia. Nadie explicará sus secretos ni hará nada que no quiera hacer. Además, si alguien quiere bajar del escenario, lo puede hacer en cualquier momento.
—¿Qué sensaciones experimenta una persona hipnotizada?
—Antes de empezar puede sentir temor, pero cuando empieza la hipnosis, como el ritmo cardiaco se ralentiza porque se suele acompañar de una relajación, la persona se calma. Durante la hipnosis, el voluntario baja su nivel de inhibición, pero no su capacidad de controlar. Sería como querer hacer lo que yo le pido, porque no lo puede evitar, pero también porque no se trata de ninguna orden adversa, como podría ser desnudarse o hacer daño a alguien más. La persona se divierte, se lo pasa bien. Y después de la hipnosis, se encontrará con que se le regulariza el sueño reparador: durante los treinta días siguientes dormirá muy bien. Además, a las personas que durante el show han entrado en una hipnosis profunda, les doy las herramientas para que después ellos mismos reactiven aquel estado de hipnosis y se reprogramen antes de dormir.
—Su espectáculo incorpora otros elementos, como el humor.
—Sí, y los voluntarios se lo pasan muy bien, porque recreamos situaciones que no son ridículas, a diferencia de como se hacía tiempo atrás, en los años 70 o 80. Por ejemplo, que hace mucho frío o mucho calor, o que están en la playa... cosas que se ven en películas divertidas, pero que no ofenden ni agreden, ni física ni mentalmente, a los voluntarios.
—¿Y cómo es su trabajo mental durante el espectáculo?
—Como en cualquier otra profesión, al final es tan normal que no siento presión. Eso sí, estoy muy pendiente de que los voluntarios no se caigan o se hagan daño, y también presto mucha atención a que el público se lo pase bien. De hecho, yo sigo un guion, pero más de una vez me lo he saltado o he tenido que entrar entre bambalinas porque tengo un ataque de risa, de tan bien que nos lo pasamos.