Ecologistes en Acció exigen el cierre «inmediato» de los siete reactores nucleares del Estado

Ecologistes en Acció exigen el cierre «inmediato» de los siete reactores nucleares del Estado Español. Lo hacen en el marco de la conmemoración del 33.º aniversario del accidente de la central nuclear Vandellòs I, que pasó el 19 de octubre de 1989. El accidente se clasificó de nivel 3 en la escala INES, sólo uno por debajo del accidente de Three Mile Island (Esdos Unidos) en 1979. Los activistas vuelven a denunciar que la energía nuclear además de ser «peligrosa, obsoleta y cara, no es la solución al cambio climático». Ante eso, consideran que es urgente, necesario y económicamente viable el cierre de todos los reactores de España.

El 19 de octubre de 1989, el reactor nuclear de Vandellòs I sufrió un incendio que ocasionó importantes disfunciones en varios sistemas necesarios para garantizar la refrigeración del reactor, recuerdan los ecologistas. Según el informe del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), el incendio se declaró en el grupo turboalternador principal número dos a consecuencia de un fallo mecánico generado por un proceso de figuración en las ranuras de anclaje de los álabes, correspondientes a la rueda número ocho de la turbina principal, y como consecuencia la pérdida repentina de 36 álabos consecutivos de los 98 que posee la rueda, los cuales al girar a 3.000 revoluciones por minuto, produjeron la rotura|r tura por cizalla de las cañerías de aceite y vapor.

Eso, señalan, originó puntos calientes suficientes para producir la ignición de la mezcla aire-aceite y una explosión en los cojinetes, así como la rotura de la bomba número 3 con salida de hidrógeno, que al inflamarse produjo una segunda explosión, que causó la inflamación del aceite de lubrificación que salía a consecuencia de las roturas de las cañerías de alimentación de los cojinetes. Todo, provocó un incendio de «grandes proporciones» que afectó en cadena a un «gran número» de sistemas relacionados con la seguridad de la central, rememoran los activistas.

El accidente de la central de Vandellòs I se clasificó de nivel 3 en la escala INES. Los ecologistas afirman que si la temperatura hubiera subido tan sólo tres grados más, las consecuencias habrían estado de dimensiones «indescriptibles, ya que se hubiera fundido el combustible del reactor, como TMI».