Televisión
Quim Masferrer se adentra en el mundo de los dips durante 48 horas
El programa de 'El Foraster' visita el pueblo de Pratdip para conocer la leyenda y su gente
Pratdip fue el protagonista del capítulo de ayer el lunes de El Forasterde TV3. Su presentador, Quim Masferrer, se desplazó hasta el Baix Camp para conocer la leyenda de los dips y la gente del pueblo.
Su llegada causó sospechas entre los ciudadanos y es que lo primero que hicieron para anunciar que un forastero había llegado al pueblo fue anunciarlo por megafonía con una canción bien conocida, Tengo un tractor amarillo de Zapato Veloz.Una forma bien curiosa para anunciar a los vecinos que tengan cuidado.
Mientras paseaba por el pueblo escondido dentro de la sierra de Llaberia, Masferrer se encontró un grupo de gente en la fuente de Santa Marina, los cuales le explicaron las propiedades milagrosas de su agua.«Aquí en el pueblo no hace falta viagra, con esta agua que tenemos», decía una vecina entre risas.
Masferrer también conoció a Ramon, que está montando una taberna en homenaje a su mujer; y a Anton y Maria, una pareja que se complementa a la perfección, los cuales un poco más y acaban con el presentador ya que le pisaron el pie con el coche.
El punto de humor lo puso una joven de la Ràpita que se vino a vivir a Pratdip por amor; además de tres jóvenes que le explicaron a Quim Masferrer las travesuras que hacen por el pueblo.
Sílvia fue la encargada de explicarle la leyenda de los dips subidos al castillo de Pratdip. Se trata de una variante vampírica del perro que sale por la noche para atacar a los forasteros. Hecho que «atemorizó» a Quim. La historia de los dips la completó Toni, uno de los ciudadanos que se viste de dip durante el Pratdip Llegendari.
El punto y final, lo pusieron Josep y la Marina, una pareja que se reencontró 50 años después para poder vivir su amor de juventud, ya que ella nunca fue aceptada por la madre de Josep. Cincuenta años que han valido la pena para disfrutar de un amor digno de película.