«He seguido los pasos que decía el mensaje del simulacro y he entrado al supermercado»

Un 90% de la población de Vila-seca y el Pinar se acogió, la tarde de ayer, al simulacro del PLASEQTA, según el concejal de Servicios Generales, Seguridad y Civismo, Josep Toquero. Las sirenas sonaron fuerte y puntuales, a las 18.30 h., pero lo que realmente paró, durante 15 minutos, el movimiento en las calles del municipio, fueron las alertas en los móviles de todos los transeúntes. Para la policía local y la concejalía de seguridad, el plan salió como estaba planteado. «Sabía que era hoy porque me ha llegado mucha información y mensajes de conocidos recordando el simulacro, pero no sabía exactamente a qué hora era. He salido a comprar porque lo necesitaba, si no me habría quedado en casa», explicaba Asunción Martínez, vecina de la avenida Ramon d'Olzina.

En esta se ubica un supermercado de la cadena Mercadona que, después de una preparación de días, siguieron los pasos que indicaba el protocolo del Departamento de Interior de la Generalitat. Con las puertas cerradas y la ventilación apagada, el supermercado dejaba entrar a todo el mundo que necesitaba un lugar donde refugiarse.

«Me he llevado un buen susto cuando me ha sonado el móvil de esta manera y no lo podía parar. La verdad es que había escuchado alguna cosa, pero desconocía por completo cuándo se haría. Así, he seguido los pasos que me decía el mensaje y he entrado en el supermercado. Es la tercera vez que oigo las alarmas, pero este parece que ha estado bien preparado», explicaba Ramon Hernández.

La responsable de la tienda advertía a todos aquellos despistados que iban a salir del establecimiento que se estaba realizando un simulacro, «pero sois libres de poder salir» aseguraba a todo el mundo. Sin embargo, la mayoría preferían esperarse dentro, para formar parte.

A fuera, había establecimientos que prefirieron bajar la persiana, mientras otros también acogían a los transeúntes. El movimiento de coches también disminuyó durante el simulacro. De entre los pocos vehículos que circulaban por las calles, la mayoría de la policía local, que llevaban, encima, un cartel iluminado, donde se indicaba que se estaba llevando a cabo un simulacro.

Las pocas personas que se quedaron en la calle fueron los agentes de la policía local y de Protección Civil, que iban advirtiendo a todo el mundo de los pasos a seguir y, además, llevaban un código QR que llevaba a un portal con una encuesta de valoración sobre la difusión del simulacro.

Toquero quiso agradecer los esfuerzos de todo el mundo, tanto de los cuerpos de seguridad como de la población en general: «Es de valorar que, a pesar de ser un simulacro y no ser obligatorio, la gente haya respondido tan bien. Eso nos satisface porque muestra el buen trabajo hecho desde el Ayuntamiento».