Sociedad
Torredembarra recibe a los primeros estudiantes internacionales del proyecto de dunas experimentales
«Es una buena experiencia para los alumnos porque prueban y experimentan», dice Simon Brooks, vicerrector de la escuela holandesa
Los campos de dunas experimentales de la playa de la Paella de Torredembarra (Tarragonès) han recibido a los primeros estudiantes europeos de bachillerato que participan en el proyecto que estudia la renaturalización de esta zona.
Se trata de una veintena de alumnos de la International School of the Hague, de los Países Bajos, que han adquirido conocimientos este martes y miércoles sobre los tres campos de estos ecosistemas que tiene el municipio.
«Es una buena experiencia para los alumnos porque prueban y experimentan», ha asegurado a ACN Simon Brooks, vicerrector de esta escuela. En el mes de enero, la iniciativa prevé recibir a 44 estudiantes más provenientes del Reino Unido y en febrero de una escuela internacional de Barcelona.
Es la primera vez que hacen estancia en Cataluña y ha afirmado que repetirán la experiencia porque considera que el proyecto es muy beneficioso para el alumnado. «Es una gran oportunidad venir aquí, están aprendiendo sobre las especies, las plantas próximas al mar, miran la densidad y la correlación entre los valores y los números de especies y eso es una buena experiencia», ha expresado el docente.
Comparten opinión, Maya Guaríglia y Philippe de Vries, dos de los 23 estudiantes que participan en la iniciativa. Ellos han concretado que están recogiendo los datos de las dunas para compararlas con las que tienen en su país. «Es muy diferente el sistema dunar de aquí con el de la Hague, es una experiencia increíble», ha dicho la chica. En la misma línea, Vries ha señalado que están estudiando cómo funcionan y se mantienen las dunas para analizarlas y compararlas con la «idea de duna idealizada».
Tres campos experimentales
Ahora hace diez años, el Grupo de Estudio y Protección de los Ecosistemas Catalanes - Ecologistas de Cataluña (GEPEC-EdC), con el apoyo del Ayuntamiento, puso en marcha el proyecto de conservación de la playa de la Paella. Actualmente, el municipio dispone de tres campos de dunas experimentales que han servido para renaturalizar parte de este espacio urbano a través de la aplicación de diferentes métodos de restauración.
El primer campo se creó el año 2012 a partir de un trasvase de arena en la playa proveniente de una actuación del puerto y se plantaron 1.400 plantas de especies provenientes de viveros y de la zona de los Muntanyans. El segundo campo experimental se hizo al cabo de tres años con un sistema innovador «nunca» utilizado en una playa urbana hasta entonces, que consistía en la aportación artificial de restos marinos como la correhuela.
Según explican desde el consistorio, la Cymodocea nodosa o correhuela es una de las únicas plantas que hacen flores en el agua del Mediterráneo y es uno de los mejores fijadores de arena que existe. En el Tarragonès, se encuentra la pradera más grande de Cataluña, y a menudo se acumulan cerca del mar después de un temporal. Cuando esta planta llega a la playa crea pequeños relieves donde acumula arena y eso es lo que facilita la fijación de las plantas que acaban creando las dunas.
Con respecto al tercer campo, que se encuentra ubicado al lado de los otros dos, se ha creado de forma natural, tan sólo evitando el paso de las personas y de maquinaria. Desde la creación del primer campo hasta ahora, se han recogido datos que permiten comprobar la evolución de las diferentes técnicas de restauración utilizadas. Estas restauraciones también han fomentado la nidificación de especies vulnerables como el sendero camanegre.
El concejal de Sostenibilitat del Ayuntamientode Torredembarra, Joan Torras, ha valorado positivamente la iniciativa que, dice, servirá tanto para compartir e intercambiar los datos y la experiencia adquirida durante estos años, como para mostrar los beneficios de tener unas playas más naturales y resistentes.
«Al principio era una playa urbana y ahora ya empieza a ser una seminatural, la parte de la zona de los Muntanyans cuando se produjo el temporal Gloria se demostró que las dunas retenían y paraban el impacto de las olas y no se erosionó la playa», ha concluido Torras.