Sociedad
Homenajean a los técnicos que en 1989 sofocaron el fuego en la central nuclear Vandellòs I
Más de 300 personas asistieron ayer al gimnasio de Hifrensa de Hospitalet de l'Infant para vivir la celebración del primer homenaje público
El gimnasio de Hifrensa de Hospitalet de l'Infant acogió ayer sábado el primer homenaje público a los técnicos que el 19 de octubre de 1989 sofocaron un incendio en la central nuclear Vandellòs I, evitando de esta forma una tragedia de dimensiones difíciles de imaginar. Al acto, organizado por la Asociación de Técnicos en Seguridad Nuclear y Protección Radiológica (ASTECSN) con el apoyo del Ayuntamiento de Vandellòs i l'Hospitalet de l'Infant, asistieron más de 300 personas.
Al final de unos parlamentos en los que los protagonistas explicaron recuerdos de lo vivido y lamentaron el poco reconocimiento que han sentido por su acción, con inevitables momentos de emoción, se descubrió una placa conmemorativa. Julio Pérez, uno de los impulsores del homenaje, relató que el fuego originado aquel jueves de hace 33 años desató una «situación crítica» y una «noche dantesca», aunque gracias a los técnicos de la central «se pudo evitar una tragedia».
Aquel suceso fue el de más gravedad en la historia nuclear española, con una clasificación de nivel 3 en una escala de 7. Sin móviles ni internet, los trabajadores acudieron voluntariamente a la central nada más ver el humo y lucharon por sofocar el incendio y la llevaron a una parada segura «en condiciones muy penosas».
Por un defecto de diseño de la central, los equipos automáticos de seguridad interpretaron que una de las zonas afectadas por el incendio sufría una bajada de presión y «llegaron a vaciar un depósito de aceite sobre el fuego». La cadena de incidentes derivada del incendio llegó a inundar la parte baja del reactor y «los operarios trabajaban con el agua hasta la cintura», con la máxima preocupación de «evitar la fuga de CO2 radiactivo al exterior».
Se mantuvo la refrigeración a mano, trabajando a oscuras, con un humo denso que requería equipos de respiración autónoma y con un equipo de ventilación tan ruidoso que impedía comunicarse, ni entre ellos ni con el Consejo de Seguridad Nuclear, resumió Pérez. A causa de aquel suceso, tres directivos de Hifrensa (la empresa propietaria de la central) y un miembro del Consejo de Seguridad Nuclear fueron juzgados y absueltos.
Vandellòs I estuvo cerrada después de aquel accidente nuclear, después de 17 años en funcionamiento, y se desmantelará al completo en el 2028. A día de hoy sigue operativa Vandellòs II, que inició su actividad el 8 de marzo de 1988 y tiene concedida la renovación de la autorización de explotación hasta el 27 de julio del 2030.