Limpieza
Vecinos de Castellvell recogen firmas contra la recogida puerta a puerta
Piden que el uso de este sistema sea voluntario, mientras que el gobierno local lo considera necesario para mejorar el reciclaje
Un grupo de vecinos de Casllvellvell del Camp ha empezado a recoger firmas para mostrar su desacuerdo con la recogida puerta a puerta de la basura, el nuevo sistema que empezó a implementarse a mediados de noviembre y que se gestiona a través de los Servicios Comarcales Medioambientales (SECOMSA). Los vecinos piden que la recogida puerta a puerta sea una opción voluntaria y critican que no se haya tenido en cuenta a las personas que viven en bloques de pisos a la hora de definir la ubicación de los cubos que se tienen que dejar en la calle.
Por su parte, desde el Ayuntamiento de Castellvell, el gobierno destaca la buena aceptación que ha tenido el puerta a puerta y lo defiende como un servicio necesario, ya que antes de su implantación la tasa de reciclaje no superaba el 35% de los desperdicios, una cifra lejos de los objetivos de desarrollo sostenible; unos objetivos que, en caso de no alcanzarse, pasarán factura económica al consistorio y a los residentes.
Aunque se trata de una nueva forma de recogida que se ha demostrado muy eficaz para incentivar el correcto reciclaje en otros municipios, los vecinos que se oponen encuentran más inconvenientes que ventajas. En este sentido, apuntan la incompatibilidad de horarios que puede provocar para muchos los requisitos del servicio y afirman que puede causar problemas a las personas de edad avanzada, ya que «tienen que seguir un calendario y horario estrictos».
Los vecinos consideran que no se han tenido en cuenta aspectos como el coste del sistema, «más alto que el actual modelo», ni el «colapso de tráfico por dentro del pueblo en el momento de la recogida de la basura, así como la contaminación y el ruido diario que provocan los vehículos que hacen la recogida».
Rechazan tener que poner los cubos en las fachadas por motivo de estética, malos olores y porque pueden atraer «jabalíes, ratas, hormigas, gatos, perros...» y «provocarán que tengamos plagas, como ha pasado en otros municipios de nuestro entorno». El concejal de Sanidad y Cultura, Jordi Jové, dice que «si alguien no quiere que le recojan la basura, puede usar alguna de las áreas de emergencia, las cuales están abiertas, una dentro del pueblo y dos enlas urbanizaciones».
Sin embargo, los vecinos reclaman que estos usuarios que opten por desplazarse a las mismas, tendrían que beneficiarse de algún descuento de la tasa del servicio de recogida de la basura. «La mayoría de la población está satisfecha con la recogida puerta a puerta. Los cubos tienen un sistema de cierre que hace que no se puedan abrir, son muy herméticos», añade Jové, quien recuerda que hay mecanismos más ágiles que la recogida de firmas para dirigir las quejas al gobierno municipal.
«Si finalmente se recogen mejor las facciones, podremos abaratar el coste del servicio. De momento, el sobrecoste que nos suponía no lo hemos repercutido en la tasa de basura. El puerta a puerta permite conocera quien recicla bien y quien lo hace mal. Intentaremos premiar a quien lo haga bien», concluye Jordi Jové.