Inaugurada la 'Casa de la Navidad' del Catllar

Semanas antes de Navidad, la gente ya les pregunta cuando hagan la inauguración. La 'Casa de la Navidad' d'Enrique Quero y Pedchy Ramos se ha convertido, por méritos propios, en una atracción de la Navidad tarraconense.

«Este año empezamos a decorar la casa el 2 de noviembre, pero hemos decidido que el año que viene empezaremos en septiembre, porquesi no, llegamos justos a la inauguración», explica l'Enrique. No hay para menos: en su casa, situada en el número 1 del Camino Mas de Salort, a la urbanización La Quadra dels Manous, en el Catllar, hay montadas 14.500 bombillas con 1,5 km de cable. También hay un muñeco de nieve de seis metros de altura, metros y metros de cenefas decorativas, dos Cascanueces de 1,80 metros y uno tercero que, además, es autómata, canta y toca el timbal, un cagón a medida real y un ángel de más de dos metros.

Este es el decimotercer año que esta pareja decora su casa al más puro estilo de la Navidad americana, y acercarse para ver el resultado es ya una tradición para muchos amigos, vecinos y passavolants: «Nuestra casa ya es como un punto de referencia, incluso los ciclistas se detienen a hacer fotos», explica l'Enrique.

Este año, como ya hicieron el año pasado, hicieron una fiesta de inauguración, «porque la gente nos lo pedía». En esta ocasión contaron con la presencia de Antonio López, concejal del Ayuntamiento del Catllar, y de Jordi Sans, alcalde de los Pallareses. La pareja anfitriona, además, repartió dulces y cava e invitó a la Estrómboli Jazz Band, que puso el toque musical y consiguió que todos los presentes –unas 150 personas– entonaran las notas de un villancico.

«Hay más luces en nuestra casa que en todo el pueblo del Catllar», apunta l'Enrique.

Preguntado por el gasto energético que comporta tener esta decoración encendida durante todas las fiestas, asegura que desde hace tiempo apostaron por las bombillas led y, por lo tanto, la factura no se les dispara tanto: «El año pasado pagué unos 70 o 80 euros más de lo que pago en un mes normal», afirma. Sin embargo, asegura que «sólo para ver la ilusión con que viene la gente, o la cara de los niños y niñas cuando vinieron a llevar su carta al Papá Noel que tuvimos el día de la fiesta, ya paga la pena el trabajo». Además, admite que les gusta mucho «ser un punto de referencia para Navidad en esta zona».

La 'Casa de la Navidad' del Catllar estará decorada hasta el próximo 6 de enero. Después, en l'Enrique y la Pedchy les tocará el trabajo de desmontar y guardar todo el material. «Pero no tardemos tanto: si para montar estamos un mes y pico, para desmontar lo tenemos terminado en una semanita», apunta l'Enrique.

Todo el material se quedará en el garaje de casa y en un almacén de la madre, en una parcela próxima. »És que en casa ya no nos cabe», concluye l'Enrique.