Municipal
La oposición fuerza un pleno en Altafulla para hacer que la JGL devuelva las competencias
Desde la EINA-ERC critican la opacidad de la Junta de Gobierno Local, donde se ha aprobado el proyecto de renovación de la piscina
Al Gobierno de Altafulla se le complican los últimos meses de mandato, después de que la oposición aprovechara la debilidad del ejecutivo en minoría para tumbar las cuentas municipales para el 2023. Los grupos de la oposición EINA-ERC, PSC, Junts per Altafulla y el concejal no adscrito, Xavier Rofas, han forzado la celebración de una sesión extraordinaria del pleno con un único punto a debatir: el reintegro de las competencias del Pleno delegadas a la Junta de Gobierno Local. El pleno se llevará a cabo el próximo 16 de enero, a las doce del mediodía, según ha informado el secretario de la corporación. Según el portavoz de la EINA-ERC, uno de los principales motivos para hacer que la Junta de Gobierno Local devuelva las competencias al pleno es que «no tiene sentido, siendo un gobierno de cuatro concejales, que está en absoluta minoría».
Denuncia, de hecho, la opacidad de este órgano, a través del cual –afirma– «el gobierno no informa de nada de lo que pasa allí dentro». Sin embargo, lo «más flagrante», según Jordi Molinera, es que el pasado 14 de diciembre la Junta de Gobierno Local aprobó la reforma de la piscina municipal, «y nos ha llegado que ascenderá a más de 600.000 euros», añade.
Según el concejal de la EINA, el ejecutivo de Montse Castellarnau está llevando a cabo una política «electoral», ya que «aprueba proyectos sin partida presupuestaria» y, en el caso de la piscina municipal, «es un proyecto que no estará listo de cara al verano, porque lo impugnaremos».
El Gobierno de Altafulla no consiguió aprobar los presupuestos municipales de 2023 el pasado 29 de diciembre. Recibieron el voto en contra de la EINA-ERC, PSC y del consejero no adscrito, Xavier Rofas. «Nos entregaron el documento el 1 de diciembre y nos pusieron el plazo hasta el día 13 para integrar nuestras propuestas, sin margen a la negociación, por lo que, ellos mismos se pusieron la soga en el cuello», dice Molinera, quien afirma que los grupos asumen la responsabilidad de presentar unas cuentas consensuadas. «Así tendrán que decidir si se quedan con estos o con los presupuestos prorrogados, que también son los nuestros, aprobados cuando gobernábamos», dice Molinera.
Según Jordi Molinera, lo único que explica la urgencia del Gobierno de Montse Castellarnau para celebrar el pleno de presupuestos sin tener el voto asegurado es la renovación de los cargos de confianza, que dependía de la aprobación de las cuentas de 2023 –en referencia al coordinador de la Brigada y del director artístico de la Violeta, Juan Cruz-.