Alcalde de Vila-seca
«Pido a los vilasecanos que salgan, se diviertan y, sobre todo, hagan ciudad»
El alcalde explica que este año la fiesta se recupera al 100%, sin restricciones ni controles de aforo
—Por fin dejamos atrás definitivamente las restricciones. ¿Cómo se presenta este año esta Fiesta Mayor?
—¡A tope! Nos hemos liberado, en el sentido que hemos podido elaborar un programa sin ningún tipo de restricción ni preocupación como las que había durante la pandemia, y que nos obligaban a medir mucho los aforos y a prever planes B. Este año podremos disfrutar de la fiesta como lo habíamos hecho antes, y eso ha sido una liberación importante para los responsables del Patronato Municipal de Turismo, que son los programadores.
—La programación arranca con el pregón, que este año irá a cargo de Josep Maria Cruset, hasta hace poco presidente del Port de Tarragona. ¿Por qué esta elección?
—Pienso que, como presidente del Port, Josep Maria Cruset hizo una evolución en relación con Vila-seca, de manera que pudimos llegar a consensos y acuerdos beneficiosos para las dos partes. Las instituciones tienen que saber poner en valor cuestiones como estas, y ser agradecidas con las personas que, como él, las lideraron. El Port es una infraestructura primordial para el territorio, y Cruset fue el primer presidente que vio que había que tener una sensibilidad máxima con Vilaseca y la Pineda, tal como ya se hacía con el Serrallo u otros sectores de la ciudad de Tarragona.
—El programa está lleno de música, uno de los pilares de la fiesta de Vila-seca.
—Música y tradición son el ADN de nuestra ciudad. Sobre todo, nuestra Fiesta Mayor pivota sobre la tradición, con el Cos de Sant Antoni y los elementos festivos y las entidades que enriquecen nuestro tejido cultural. A partir de aquí, la llenamos con otras actividades que se adaptan a las tendencias. Las fiestas van mutando y cambiando según el interés y la evolución de la misma sociedad. Pero siempre trabajamos para diseñar una Fiesta Mayor para todo el mundo, para todas las franjas de edad y todos los gustos. Y en el ámbito de la música siempre buscamos que sea diversa y que todo el mundo pueda encontrar alguna propuesta que le pueda interesar.
—Este año Vila-seca está de aniversari: los gegants Ton y Pineda hacen 40 años. Eso quiere decir que empiezan a ser veteranos...
—Sí, casi tenemos la misma edad. Ellos nacieron cuando yo tenía un añito. Este aniversario se tiene que poner mucho en valor, y sobre todo felicitar a los portadores y a toda la Colla gegantera,personas que participan en la fiesta desde hace muchos años y que han conseguido que los gegants sean tan queridos. Por eso queremos celebrarlo como es debido, con un encuentro de gegants de máximos.
—El Ball de Diables, por su parte, también tiene alguna cosa por celebrar: estrenan nuevos cetros para el Baile infantil. Y, además, firmados por Antoni Mas.
—Antoni Mas es una institución. Además de ser un gran artista es todo un referente, y sus cetros son una pieza codiciada. Mientras le podamos pedir que nos haga cosas, lo haremos. Los cetros que tenemos en Vila-seca son mucho más que un objeto, son patrimonio artístico de la propia entidad y, en definitiva, de todos los vecinos y vecinas. Por otra parte, también pienso que es importante destacar la gran proyección de nuestro Ball de Diables. Esta es una entidad que está haciendo pedrera, y eso es un hecho muy satisfactorio.
—En esta Fiesta Mayor el Celler acabará de consolidarse como espacio idóneo para acoger actos que también pueden ser populares.
—Siempre hemos defendido que el Celler tenía que ser un espacio multifuncional, y esta idea, que se podía haber quedado en papel mojado, ha acabado siendo una realidad. Pienso que ya podemos decir que los objetivos que se marcaron para este equipamiento se han cumplido: tanto con respecto a la recuperación de un patrimonio arquitectónico como por la revalorización cultural del propio edificio. Y, al fin y al cabo, en un espacio que rehuyera la especialización, yendo hacia la multifuncionalidad. El Baile de Fiesta Mayor, que es un acto muy tradicional, quedaba un poco frío en el Pabellón. Ahora, en el Celler, será todo otra cosa.
—En el programa se insiste mucho en el concepto de fiesta segura. ¿Cómo se trabaja en este sentido?
—Para que las cosas salgan bien, hay que hacer mucho trabajo. Y, sin embargo, a veces las cosas no van como uno querría. Los parámetros de seguridad de hoy día no tienen nada que ver con los de hace veinte años, hay un control del riesgo mucho mayor, y todo permite evitar muchos problemas inesperados. Pero, a la vez, eso supone un gran esfuerzo de organización y un trabajo importantísimo de los equipos técnicos y del Patronato de Turismo.
—Antes de acabar, lo invito a que haga un llamamiento a la fiesta.
—Pues aprovecharé para decir a los vilasecanos y vilasecanas que salgan, que se diviertan, que compartan y que se liberen una poco de los problemas del día a día. Y que hagan ciudad. Porque al final, la Fiesta Mayor no deja de ser una manifestación de amor por el lugar donde vivimos.