Judicial
El exprofesor de la escuela de Valls niega ante el juez haber abusado de menores
El abogado de una de las víctimas asegura que los hechos han prescrito
El exprofesor de la escuela Baltasar Segú de Valls, a quien varios alumnos denunciaron por supuestos abusos sexuales a finales de los años 90, ha declarado este lunes al juzgado y ha negado las acusaciones respondiendo sólo preguntas de su abogado.
El caso se encuentra en fase de instrucción después de que siete exalumnos de la escuela lo denunciaran en noviembre del año pasado. Las defensas de las víctimas tienen visiones contrapuestas sobre la posible apertura de juicio oral. Manuel José Calvo, abogado de oficio de una de las víctimas, ha manifestado que los hechos han prescrito, que «no hay caso». En cambio, la abogada Maria Granja, defensora de cuatro denunciantes, ha insistido en que la prescripción no afectaría a todos los casos que se han hecho públicos.
La semana pasada declararon en el juzgado de Valls cinco víctimas, entre ellas, Marc Pedraza, el primero que hizo público el presunto caso de abusos sexuales. También prestaron declaración como testigos varios profesores de la escuela. La información que proporcionaron les dejó «en shock», en palabras de Granja. La propia abogada ha expresado que las declaraciones de la comunidad educativa servirán para «esclarecer los hechos» y «dar solidez a la versión de los perjudicados».
Los cinco casos denunciados habrían pasado hace más de veinte años, a finales de los años 90. Calvo ha dicho que él no ha «promovido» este proceso judicial y ha considerado que las denuncias tienen su origen en un «mitin». «Revisada toda la legislación aplicable, estos hechos han prescrito», ha detallado.
Salida por una puerta lateral
El exprofesor acusado de presuntos abusos sexuales ha llegado a la sede judicial a las nueve y media de la mañana, y minutos más tarde, se ha presentado su abogado. Sólo ha respondido brevemente a las preguntas de su defensor. Posteriormente, el juez que instruye el caso ha permitido al acusado salir por una puerta lateral para evitar el acceso principal, donde le esperaban los medios de comunicación.