La tijera campeona de Javi Torrente

«Cuando un cliente se sienta en la silla y me pide que le corte el pelo, ya sé cómo le quedará. Le tocas el pelo, ves la forma de la cabeza, la textura del pelo, y te imaginas el resultado. Sé qué pasará si corto en un lugaro el otro», explica Javi Torrente. Esta capacidad de saber con seguridad la cual tiene que hacer y, todavía más importante, como lo tiene que hacer, es fruto de muchas décadas de trabajo haciendo de barbero y de una voluntad sujeta para formarse, crecer y mejorar.

Todo lo ha llevado, no sólo a tener una barbería consolidada en el centro histórico de Cambrils, sino a presumir de premios y medallas como los que ha ganado este mismo invierno, en el Campeonato de España de Peluquería: medalla de plata en la modalidad de Clásico Cut, quinto lugar en Low Skin Fade y premio en el Mejor Vestuario. Todo, lo sitúa como subcampeón de España absoluto en su categoría. Y no se acaba aquí, porque Javi está preseleccionado para ir al Mundial, que se celebrará del 10 al 12 de septiembre en París. «Desde ahora y hasta septiembre, los preseleccionados tenemos que demostrar que somos capaces de hacer un trabajo digno para ir al mundial», detalla. Con el fin de conseguirlo, él y el resto deatletas de la tijera entrenan de manera regular con un equipo de entrenadores encabezado por el campeón del mundo Paco Nogueras. El entrenamiento, detalla, consiste en perfeccionar la técnica y la rapidez a la hora de ejecutar el peinado: «En el campeonato tienes 25 minutos para hacer el corte. La principal dificultad es el tiempo, porque es complicado que, en sólo estos minutos, lo puedas hacer bien y que quede perfecto. El entrenamiento se basa sobre todo en arañar según, que cuando empieces a hacerlo, ya te salga».

Esta no es la primera experiencia del barbero cambrilense con el mundo de la competición de peluquería, ya que hace años que se dedica a entrenar y ponerse a prueba. «Me gusta mucho porque en realidad es un trabajo muy de equipo, y siempre se aprende mucho de los otros».

Todo, lo combina con su trabajo al frente de la barbería Javi Torrente, situada en la avenida del Baix Camp de Cambrils. «Esta profesión me gusta porque de alguna manera es una forma de arte. Encontrarte delante de una cabezay poder cambiarlo en cuatro tijeretazos o la máquina es muy satisfactorio», admite. «I eso que, cuando empecé, la barbería no me gustaba: yo era programador informático y me puse en el negocio porque mi padre Francisco, que era barbero con otro socio, se jubilaba».

Ahora, con más de tres décadas de profesión, aquel oficio es su vida: «I todavía me gusta mucho aprender, sigo haciendo formaciones por toda España».