Formación
La Escuela Elisabeth y la Sènia se clasifican en la First Lego League
Los dos equipos participarán en la final de Cartagena con el objetivo de clasificarse para la gran final internacional
El equipo Com tu vulguesde la Sènia y el Turbines Francis de la Escuela Elisabeth de Salou son el primero y segundo clasificado, respectivamente, de la duodécima edición de la First Lego League Tarragona- Reus, que se celebró el pasado sábado en el Palau Firal i de Congressos de Tarragona.
Los dos equipos participarán en la final que se celebrará en Cartagena a finales de marzo con el objetivo de clasificarse en la gran final internacional, prevista para el 19 y el 22 de abril en Houston (Estados Unidos).
Resolver un reto energético a la vez que se fomentan vocaciones científicas entre los jóvenes. Este es el doble objetivo de la duodécima edición de la First Lego League, que se celebró el sábado en Tarragona con cerca de 350 estudiantes de primaria y secundaria de una veintena de centros de la demarcación. Este año, los alumnos tuvieron que desarrollar proyectos innovadores en el ámbito de la energía. El director de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de la Universitat Rovira i Virgili, Àngel Cid, celebró el interés del alumnado por resolver problemas actuales con propuestas reales. Por su parte, el rector de la universidad, Josep Pallarès, remarcó que certámenes como este promueven la curiosidad científica y valores como el trabajo en equipo.
La fase local celebrada en Tarragona reunió alumnos provenientes de diecisiete centros educativos tanto de las Terres de l'Ebre como del Camp de Tarragona. El certamen se dividió en dos categorías en función de la edad de los estudiantes, con la competición Explorer –dirigida a escolares de primaria– y la competición Challenge –donde participan adolescentes de diez a dieciséis años. Las pruebas a las que se enfrentaron todos ellos se separaron entre el desarrollo y presentación de proyectos científicos relacionados con la energía y la demostración práctica de estas ideas a través de robots Lego que tenían que cumplir misiones específicas propuestas por la organización.
Nervios y trabajo en equipo
Es un ejemplo el equipo CST Robotics, de la escuela Santa Teresa de Móra d'Ebre, que creó una aplicación móvil con la que los usuarios pueden conocer y mejorar los consumos tanto de energía como de CO₂ que se registran en un domicilio. Es el quinto año que el centro se presenta a esta competición, de la que destacan los valores de trabajo en equipo que promueve. El trabajo hecho tanto dentro como fuera del aula durante meses les ha valido dos primeros premios, el de mejor proyecto de Innovación y el de mejor comportamiento del robot. Roger Muñoz y Aina Peig, dos de los participantes, coincidieron en que a pesar de los nervios que impone un certamen de esta magnitud, trabajar codo con codo con el resto de compañeros había sido clave a la hora de hacer las pruebas.
La gestión de las emociones en el desarrollo de esta actividad también es uno de los aspectos destacados, tal como aseguró el responsable del extraescolar de robótica del centro Ramon Hernàndez. «A veces, la frustración aparece en el aula y es un momento ideal para parar la clase y hablarlo, saber qué ha pasado, cómo nos sentimos y cómo continuaremos como equipo. Es una situación muy similar a la del mundo laboral real», afirmaba.