El Observatorio de la Calidad del Aire en Tarragona mide por primera vez puntas de butadieno

El Observatorio de la Calidad del Aire del Camp de Tarragona ha medido por primera vez las puntas del compuesto 1,3-butadieno en un punto de captación situado en el Morell. Sin embargo, el informe publicado no detalla las cifras de los episodios de contaminación, no concreta los periodos de exposición ni el pico alcanzado. El estudio, elaborado por el Instituto Cerdà con el apoyo de la URV y por encargo de Repsol y la AEQT, sitúa en un 2% la cantidad total de medidas que han superado los 20 microgramos por metro cúbico (µg/m3).

El director de Repsol Tarragona, Javier Sancho, ha asegurado que los datos están, pero que todavía no han tenido «tiempo de analizarlos día a día». Ha insistido en que el Camp de Tarragona tiene que estar «tranquilo» por la calidad del aire.

El Observatorio ha fijado como referencia de un episodio de contaminación cuando se han sobrepasado los 20 µg/m3 de 1,3-butadieno. No existe una legislación específica para este compuesto y han tomado la misma cifra que las puntas de benceno, que sí está regulado actualmente. Sin detallar la medida de las puntas, el sector químico ha realizado las medias mensuales del butadieno por primera vez. Para presentarlas, se ha seguido la recomendación del Ontario Ministry of the Environment (Canadá), que sitúa en los 2 µg/m3 de media anual de butadieno. Si bien las medias anuales, con 1,62 µg/m3, se han situado por debajo, mensualmente esta cifra se ha superado tres meses de 2022: marzo (2,38), junio (3,15) y noviembre (2 ,78).

Mayor presencia de butadieno y de benceno

El informe también desvela una mayor presencia de ciertos compuestos orgánicos volátiles en las poblaciones cercanas al complejo petroquímico como Constantí, La Pobla de Mafumet, El Morell o Puigdelfí (Perafort). Por ejemplo, en el caso del butadieno, la media mensual del mes de febrero de 2022 fue de 2,06 µg/m3 en Constantí, mientras que en Prades sólo alcanzó el 0,06 µg/m3 y en Barcelona al 0,25 µg/m3. Lo mismo ocurre con el benceno, si en Constantí se elevaba a 1,73 µg/m3, en Prades fue del 0,17 µg/m3 y en Barcelona de 0,54 µg/m3.

Sobre estos datos, el catedrático de Química Analítica de la URV, Francesc Borrull, ha afirmado que «ciudades que tienen la misma población y el mismo tráfico, tienen niveles bastante similares a estos compuestos», aunque Barcelona está por debajo de las cifras de municipios como Constantí. Sí que ha comentado que en algunas poblaciones que se encuentran en torno a núcleos industriales «se nota un poco» la presencia de otros tipos de compuestos, principalmente pentanos. En febrero del año pasado en Constantí, la media del i-pentano fue de 38,5 µg/m3, muy superior en Prades (0,43 (µg/m3) y por encima de Barcelona (23,6 µg/m3).

Impulsar mejoras

Con estos datos, tanto el director de Repsol Tarragona como el presidente de la AEQT, Ignasi Cañagueral, han coincidido en que deben servir para «mejorar» los procesos productivos. Cañagueral ha apuntado que «los datos nos ayudarán a mejorar un ámbito que genera inquietud social» y ha enmarcado el estudio en un ejercicio de «transparencia».

En total, se han captado 42 sustancias como el benceno, el 1,2-dicloroetano, el tolueno o el etiltolueno. Para elaborar el estudio se repartieron dieciocho muestreadores por todo el Camp de Tarragona en varios pueblos como el Morell, la Pobla de Mafumet, Constantí, Puigdelfí (Perafort), Reus o Tarragona, con puntos en diversas zonas como San Salvador, la Universidad Laboral o Bonavista. Además, en la medición, se han tenido en cuenta condicionantes como temperatura o presión atmosférica.

Captación pasiva

La URV se ha encargado de instalar los puntos de captación y recoger los datos. En el caso de este informe, se han utilizado instrumentos de captación pasiva, es decir, recogen el aire por difusión simple, sin forzar el paso a través del sistema captador y, por tanto, tienen poca capacidad para medir los episodios de contaminación. Sin embargo, también existen los de captación activa, donde el dispositivo fuerza la captación a través de una bomba de vacío o por aspiración.

Establecer valores de referencia

En el caso de algunos componentes como el butadieno, en el ámbito legislativo, no existe un límite diario ni de encajes. En este sentido, el responsable del complejo de Repsol se ha mostrado abierto a «trabajar con la administración» a la hora de «regular los contaminantes» y «establecer valores de referencia».

Desde la AEQT, se ha insistido en que estas «mejoras» legislativas se hagan «conjuntamente a nivel europeo». «No legislamos sólo por un territorio como es Tarragona, Cataluña o España», ha pedido Cañagueral. «Jugamos en una liga donde competimos entre todos», ha recordado.