Torredembarra en blanco y negro

La colección Catalunya Desaparegud, impulsada por el editorial Efadós, es un recorrido histórico y fotográfico por los pueblos y ciudades de Cataluña. A través de imágenes de archivo o de colecciones públicas y privadas, nos muestra la transformación del patrimonio geográfico, urbano y humano de los municipios catalanes en el último siglo.

El último volumen en incorporarse a la colección ha sidoTorredembarra desapareguda, publicado este mes de febrero. La obra la firma David Morlà Gómez (Torredembarra, 1979), músico y autor de varios trabajos sobre cultura popular, música y el mundo casteller.

Entre otros, Morlà es coautor del libro L'Abans de Torredembarra. Recull gràfic (1870-1975), publicado en el 2009 por la misma editorial. «Una parte de las fotografías de Torredembarra desapareguda provienen del fondo que fuimos seleccionando para L'Abans de Torredembarra y que no fueron publicadas entonces», detalla David.

El resto, explica el autor, «provienen de archivos fotográficos, básicamente de Barcelona, como la Cartoteca o el Archivo Nacional de Cataluña, que además tienen los fondos digitalizados. Y, finalmente, también hay imágenes de particulares que no habían sido publicadas hasta ahora».

El volumen recoge 175 fotografías que nos muestran el municipio en el periodo comprendido entre los primeros años del siglo xx hasta finales de la década de 1970, y está dividido en cinco bloques (Nucli antic, Baix a mar, Platja i Roquer, Clarà i Babilònia).

A través del recorrido fotográfico elaborado por Morlà, el lector puede constatar cómo el paso del tiempo ha ido modificando la fisonomía de la Torre, transformando el pueblo en el municipio que es en la actualidad, con más de 17.000 habitantes.

«A medida que vamos haciendo este recorrido, también nos vamos encontrando otros aspectos, como la gente, las costumbres y las fiestas», apunta el autor. Puntualmente, el libro es también un recuerdo a una manera de hacer fotografías que ha pasado a la historia. Eso queda bien ejemplarizado en instantáneas como la de la Roca Foradada, hecha hacia 1974, de noche, y con una cámara de fuelle y varias exposiciones de luz.

Torredembarra desapareguda arranca con una fotografía de Torredembarra de 1918, una de las imágenes que, para el autor, tiene más relevancia: «Es una fotografía inédita, que no la había visto nunca, que nos ofrece una perspectiva que no es la habitual».

Tampoco es habitual encontrarse con fotografías como la que muestra un campamento falangista de verano en los Munts, donde los niños están formando delante de las tiendas de campaña: «Son cosas que pasaban en un entorno que no tiene nada que ver con el de ahora», apunta Morlà, quien también admite que hay un periodo histórico que se le resiste. «Hace muchos años que busco fotos del periodo correspondiente a la Segunda república, que socialmente fue muy intenso, y no hay fotografías de la Torre en aquella época», dice.