Las mujeres, imprescindibles pero invisibles

El papel histórico de la mujer en el sostén de la vida cotidiana es una realidad indiscutible. Como también lo es que a menudo la figura femenina ha quedado invisibilizada detrás de toda esta labor, y también que muy pocas veces se les ha hecho el reconocimiento que le corresponde.

Hoy viernes se inaugurará en el Museo de la Vida Rural de l'Espluga de Francolí la exposición Tros de dona, que se centra en reivindicar el papel de las mujeres a lo largo de la historia, poniendo en valor las muchas tareas diarias y necesarias para el sostén de la vida; tareas a menudo invisibles, pero imprescindibles.

La muestra cuenta con varias instalaciones artísticas, infografías, videoarte y piezas no expuestas habitualmente de la colección del Museo, que dialogarán con obras de mujeres como la fotógrafa Joana Biarnés, las artistas Maria Ruido, Anna Dot, Mercedes Pimiento, Beatrice Bizot, Mònica Galera o del colectivo de mujeres artistas Leftovers.

Tros de dona está comisariada por Anna Maria Andevert (Blancafort, 1992), y nace a consecuencia de un proyecto de investigación impulsado por el Museo y realizado por Catalina Gayà Morlà, Judith Ruiz Crosas y Laia Seró Moreno sobre la presencia de la mujer en la exposición permanente del Museo.

A raíz de esta investigación y de un trabajo conjunto con una cuarentena de mujeres del entorno más cercano, se evidencia que el relato etnológico pone el foco en las tareas materiales y productivas, eclipsando aquellas vitales e imprescindibles como son las tareas reproductivas.

La exposición se articula a través de cuatro ámbitos: Casa, Calle, Cuerpo y Tierra. En el primero, Casa, se reflexiona sobre el papel femenino en el ámbito doméstico, así como su rol en la maternidad y los procesos vitales. En Calle, se hace una radiografía de la esfera pública y social de la mujer. El tercer ámbito de la exposición, Cuerpo, pone el cuerpo femenino en el centro de la reflexión, observándolo desde perspectivas tradicionalmente obviadas. Finalmente, Tierra, busca romper el tópico, poniendo de manifiesto que las mujeres sí que trabajaban y trabajan en el campo, reivindicando sus conocimientos y vínculos hacia la tierra. Tros de dona se podrá visitar hasta el 4 de febrero de 2024. Además, durante todo este año, el Museo de la Vida Rural programará toda una serie de actividades y acciones comunitarias. De esta manera, el MVR quiere generar debate y reflexión en torno a la igualdad de género, invitando a personas diversas y de sectores diferentes con el fin de conseguir una visión plural. Las actividades tendrán forma de debate, charlas, visitas comentadas y propuestas familiares.