Denuncian la vulnerabilidad de los vecinos de Altafulla ante las inundaciones y la erosión de la playa

Las fuertes lluvias del año pasado supusieron un punto de inflexión para los vecinos del barrio marítimo de Altafulla (Tarragonès), que sufrieron en primera persona las inundaciones, los destrozos y las pérdidas materiales por las cantidades de agua. Desde entonces se han organizado y se han creado dos plataformas de afectados, la de Baix a Mar y el grupo Botigues de Mar.

La primera exige al Ayuntamiento la limpieza y la renovación del alcantarillado de forma inminente, así como la elaboración de un plan de actuación integral de la infraestructura. La segunda pide acciones urgentes a las administraciones para frenar la erosión de la playa. Ambos colectivos se muestran «hartos» de la falta de medidas que les han llevado a la actual situación de vulnerabilidad.

«Ya no podemos más, arrastramos una problemática que hace demasiados años que sufrimos y que ningún gobierno municipal ha sido capaz de afrontar y poner hilo en la aguja» , denuncia Dolors Torner, vecina afectada por las inundaciones del 2022 y portavoz de la Plataforma de Afectados por las inundaciones de Baix a Mar de Altafulla. Como ella, son más de un centenar las personas que se han añadido al colectivo para exigir medidas al consistorio.

Consideran imprescindible limpiar y mantener el alcantarillado y el canal de la zanja para evitar las acumulaciones de agua cuando llueve. De hecho, los vecinos exigen que estos trabajos se hagan antes del verano, para evitar destrozos como las que sufrieron el año pasado.

Estas demandas de la plataforma, de momento, el consistorio se ha comprometido a asumirlas. Lo ha hecho a través de una moción que se aprobó en el plenario del 27 de marzo y que llegó al ayuntamiento después de varias reuniones de los vecinos con todos los partidos políticos con representación. La resolución también contempla hacer un plan de actuación integral antes de final de año.

Vivir con miedo

La voluntad de los vecinos es dejar de «tener miedo» cada vez que hay avisos de tormentas. Las inundaciones del 2022 provocaron varios destrozos y pérdidas materiales, en algunos casos muy personales. Dolors Torner perdió todos los recuerdos que tenía guardados en el trastero. «La sensación fue de quedarme completamente desnuda. Mi pasado había desaparecido», lamenta la vecina. «Es un sentimiento que no recomiendo a nadie» , añade.

Núria Pijoan es otra de las altafullenques que todavía tiene bien presente la angustia de aquellos días. «Tuvieron que llevarme a casa con kayak para poder rescatar a mis dos perros» , explica. Detalla cómo el agua les llegaba hasta la barriga aunque habían subido a una estructura de un metro de altura. Pijoan lo «perdió todo», el coche, las motos, todos los recuerdos de sus hijos. «Es muy impactante encontrarte en esta situación» , relata.

Luchar contra la erosión de la playa

Los vecinos del barrio marítimo de Altafulla también conviven desde hace años con la pérdida de arena de la playa. Esta situación ha llevado a un centenar de personas a unirse para reivindicar acciones que eviten la erosión de la costa y exigir medidas urgentes a las administraciones para revertir la situación.

Es el Grupo Botigues de Mar y tiene a Joan Josep Vallvé como portavoz, quien remarca el evidente efecto del cambio climático y de las tormentas de los últimos años en la regresión del litoral. Aparte de la situación actual, el vecino de Altafulla señala otros «tres momentos clave» en la degradación del litoral del municipio. Son la extracción de los guijarros del río Gaià en los años cincuenta, la construcción de la presa del Catllar (Tarragonès) en los años setenta y la construcción del puerto de Torredembarra (Tarragonès) en los noventa.

El portavoz del Grupo Botigues de Mar ha subrayado que los vecinos están preocupados ante una posible desaparición del paseo y, en consecuencia, de sus casas. De momento, asegura que desde la plataforma continuarán «haciendo ruido» , para que las administraciones les escuchen y actúen para cambiar la situación.