Diari Més
Jorge Azcón

Alcalde de Zaragoza y candidato del PP al Gobierno del Aragón

Entrevista

«La inversión en la nieve no puede salir de los fondos europeos, sino de los presupuestos»

El alcalde de Zaragoza y candidato del PP, Jorge Azcón, analiza desde Salou algunos de los retos que afrontará si gana las elecciones en el Gobierno de Aragón

L'alcalde de Saragossa, Jorge Azcón, a l'Espigó de Salou, la setmana passada.

«La inversión en la nieve no puede salir de los fondos europeos, sino de los presupuestos»Gerard Martí

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Jorge Azcón, alcalde de Zaragoza desde el 2019 y presidente regional del PP en Aragón, ha asumido el reto de desbancar a Javier Lambán (PSOE) del Gobierno de la comunidad, que preside desde 2015. Azcón ha pasado unos días en la Costa Daurada y se ha alojado en la segunda residencia familiar que, como muchos aragoneses, tiene en Salou, municipio que visitó por primera vez «en la barriga de mi madre», como dice él, y donde ha estado veraneando durante 49 años, «los que tengo».

— Hace 49 años que visita Salou. ¿Cómo valora su evolución desde el punto de vista turístico?

— Es evidente que viene mucha gente a Salou y que, en los últimos años, el crecimiento ha sido exponencial, sobre todo con respecto al turismo internacional. PortAventura significó un punto de inflexión, sin duda.

— ¿Cree que la oferta de los municipios de la Costa Daurada está a la altura?

— El éxito es incuestionable. Personalmente, tengo la sensación que los papeles se han repartido muy bien. Cambrils, desde hace muchos años, es el lugar para ir a cenar y Salou, el lugar donde ir a tomar una copa.

— Muchos aragoneses llegan a Salou en coche. ¿Cree que las conexiones son las idóneas?

— Creo que hay que mejorar la carretera N-420. Tenemos que impulsar la conexión del Bajo Aragón, de Reus con Alcañiz; una conexión que el Gobierno ha abandonado estos últimos años. Es absolutamente necesario que sea de doble vía y que mejore en general.

— ¿El turismo se ha recuperado después de la pandemia en Aragón?

— El turismo en Aragón es muy diferente del de aquí. Es muy importante el sector del esquí y la nieve, aparte de la zona del Matarraña y el Maestrazgo, que tienen un atractivo turístico indudable. Ahora, en Aragón estamos teniendo un debate muy importante sobre los fondos europeos y sobre qué supone potenciar el esquí. Sin duda, el sector turístico aragonés tiene infinitas posibilidades por explotar, muchas vinculada a nuestro oro blanco, la nieve, pero también un turismo de medio ambiente, sostenible y ligado al ámbito rural, que tendremos que desarrollar de manera muy intensa.

— ¿Cómo valora la promoción que se ha hecho de Aragón hasta ahora?

— El proyecto más relevante que hay en Aragón está siendo un desastre. Después de años de olvido del sector, ahora todos los fondos europeos se invertirán en la nieve. Pero hay un problema: si las obras no se hacen en el plazo establecido, los fondos se perderán. Lo dicen también los socialistas oscenses. Hay un riesgo altísimo, casi seguro, de que estos fondos se pierdan, porque ha habido una mala gestión. No sólo eso, sino que este sector estratégico de la nieve ha servido para visualizar la confrontación que hay dentro del gobierno y dentro del partido socialista. No hay un proyecto que impulse inequívocamente el sector de la nieve en Aragón, y eso es un problema.

— ¿Qué soluciones plantea usted?

— No puede ser que todo lo relacionado a la nieve y su desarrollo esté supeditado a los fondos que han llegado a raíz de la pandemia. Aragón necesita un plan a medio y largo plazo que impulse el sector de forma estratégica. La inversión que se tiene que hacer en la nieve no se tiene que producir porque, excepcionalmente, hayan llegado fondos, tiene que salir de los presupuestos propios de la comunidad autónoma. Los proyectos de unión de estaciones de esquí se tienen que hacer sí o sí, haya fondos europeos o no.

— ¿Qué pasó, según su opinión, para que se perdiera la oportunidad de tener los Juegos Olímpicos?

— Que Cataluña y Aragón fueron incapaces de ponerse de acuerdo.

— ¿Quién tenía razón?

— El problema no es quién tenía la razón, sino quién perdió, y perdimos todos. Creo que esta negociación se empezó mal. Ciertamente, no se podían organizar unos Juegos si no era en pie de igualdad, y que el número de pruebas estuviera desequilibrado a favor de Cataluña, porque las estaciones de esquí catalanas no son mejores que las aragonesas. Se podría haber solucionado, pero primaron los intereses políticos sobre los generales. No obstante, no renunciaremos al hecho de que haya Olimpiadas en Aragón.

— ¿La nieve es también parte de la solución al despoblamiento?

— Los principales problemas de despoblamiento están en Teruel. En este sentido, nosotros hemos apostado por una medida que ha permitido Europa y que el Gobierno no ha aplicado: las ayudas al funcionamiento; que son ayudas a la creación de puestos de trabajo y la bonificación de la Seguridad social. Se pueden bonificar hasta el 20% de los contratos. Si conseguimos generar industria, se crearán puestos de trabajo, riqueza y la población se asentará. Lo que resulta paradigmático es que Europa permita al Gobierno español apostar por una medida que ha dado resultado en otros lugares de Europa y que, aquí, el partido socialista haya decidido prácticamente no aplicarla. Lo ha hecho, pero en un 1%, cuando hay que hacerlo en el 20% de las bonificaciones de la Seguridad Social.

— El 28 de mayo, el país tendrá la mirada puesta en Aragón, por aquello que lo que sale en las urnas en esta comunidad es el reflejo de lo que ocurrirá después en las generales. ¿Será sólo un pulso entre Javier Lambán y usted o hay más posibilidades abiertas?

— No, es evidente. O hay cambio político, que representa el PP y Jorge Azcón, o vamos a la continuidad, que es Javier Lambán, con quien el gobierno podría estar compuesto, ya no de cuatro, sino de cinco o seis partidos. El 28 de mayo, los aragoneses se darán cuenta de que hay razones para cambiar las políticas en Aragón y que este es el primer paso para cambiar las políticas en España.

— Habla mucho del infierno fiscal de Aragón. ¿Qué soluciones propone usted para salir?

— Andalucía. Es el ejemplo de que se pueden bajar los impuestos, que se recauda más dinero y que se mejora la prestación de los servicios públicos. Unos impuestos moderados han hecho que se cree más actividad económica. Aragón y Cataluña son las comunidades donde más impuestos se cobran. Pagamos mucho y recibimos pocos servicios públicos, como en la sanidad: no hay ninguna comunidad autónoma donde se tarde más que en Aragón en ser operado, y eso no puede ser.

— ¿Se ha marcado vetos o líneas rojas en caso de que tenga que hacer pactos postelectorales?

— No me gustan los vetos, me parece que es un error. He hablado y he llegado a acuerdos con políticos que están en las antípodas de lo que yo pienso. Lo más importante es el interés general. No me gustan los vetos ni las líneas rojas, pero en cualquier caso, sólo hay una cuestión que no estoy dispuesto a transigir: la Constitución española.

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