ELECCIONES
Dos candidaturas de la CUP del Camp de Tarragona, impugnadas para haber demasiadas mujeres
Las candidaturas de Valls y la Selva del Camp han tenido que hacer cambios a las listas para cumplir con el requerimiento de paridad de la Junta Electoral
El pasado viernes 28 de abril las Juntas Electorales de Zona de Valls y Reus comunicaron irregularidades a las listas de la Candidatura de Unitat Popular de Valls y de la Selva del Camp. El requerimiento se dio porque no se cumplía el porcentaje de candidatos hombres que marca el artículo 44 bis de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General, que establece que en municipios de más de 3.000 habitantes se tiene que cumplir con la representación mínima del 40% de cada sexo.
Ambas candidaturas presentaban un porcentaje más alto del 60% de mujeres y, con el fin de poder concurrir los comicios, han tenido que intercambiar mujeres de la candidatura con hombres suplentes. Ahora, a raíz de estos hechos, ambas formaciones emiten un comunicado conjunto dirigiéndose a la situación:
«Se trata del mismo sin sentido que ha denunciado la candidatura Capgirem Moià.
Denunciamos que la Junta electoral no está comprometida con el cambio social feminista. Señalamos que haría falta tener en cuenta la interpretación histórica y ontológica sobre el objeto del artículo de 44 bis de la LOREG, considerando que su motivación era la discriminación positiva para superar la infrarepresentació de las mujeres.
Las leyes de cuotas lo que tendrían que hacer es garantizar un mínimo de representación de género, revirtiendo la infrarepresentació de aquellas que históricamente no han podido participar de los espacios de decisión política. En ningún caso pueden poner límites a la presencia de mujeres, o de candidatas que no se reconozcan como hombres.
Esta interpretación de la ley es un ejemplo más de las limitaciones de medidas feministas vacías, que pierden de vista el objetivo inicial y pierden de vista la realidad, que a las instituciones las mujeres continúan infrarrepresentadas, dejando de lado que siguen siendo los hombresquien ocupan el centros de poder, dentro y fuera los partidos; dentro y fuera las instituciones.
Al mismo tiempo, hay que señalar que Junta Electoral ya se está caracterizando para impugnar otras candidaturas para aplicar sentencias judiciales injustas y como siente|oye un brazo ejecutor del racismo institucional, prohibiendo el sufragio pasivo de muchas vecinas que no pueden presentarse a las listas. Mientras tanto, se permitimos listas fantasmas como es el caso del Priorat, con varias listas del PP, PSC y PdCat.
La absurdidad de la impugnación demuestra la hipocresía de un sistema incapaz de superar las estructuras patriarcales y que retuerce las normas elaboradas para garantizar la presencia de mujeres en espacios de poder institucional para limitar su emancipación. Nosotros seguiremos defendiendo que las mujeres del Camp son el motor de lucha para conseguir municipios más feministas y más libres».