Instalan en Torredembarra los últimos biotopos de la primera montaña marina construida con carbonato cálcico

El puerto de Torredembarra (Tarragonès) cuenta con la primera montaña marina construida con carbonato cálcico del mundo. Se trata de una estructura de 100 metros de diámetro, 20 metros de altura y con un volumen de 35.000 metros cúbicos. Este martes se han instalado los últimos de los diez biotopos, con los que se balizará la zona.

La estructura está compuesta por 40.000 toneladas de carbonato cálcico, un producto que los diferencia del resto y que se ha extraído de la pedrera de Bellvei (Baix Penedès). El proyecto pretende contribuir a la conservación del Mediterráneo al mismo tiempo que se convierte en un parque subacuático. La previsión es que los trabajos – con una inversión superior a los 850.000 euros - finalicen en junio y la estructura se pueda abrir al público.

Esta montaña marina pionera, que ocupa una superficie superior a la de un campo de fútbol, se ha instalado a dos kilómetros de distancia de la costa. La estructura estará rodeada por diez biotopos que servirán para balizar la zona y de donde saldrán un conjunto de boyas de fondeo con el fin de que las embarcaciones puedan amarrarse. De esta manera, «se evitará que tiren el ancla y estropeen el arrecife», tal como ha detallado uno de los fundadores del proyecto y director de la empresa Natural Art Reef, Miquel Rota.

El Grupo BMW ha sido el encargado de aportar esta decena de biotopos. Lo ha hecho en el marco de su iniciativa 'Devolver al mar, lo que es del mar', con la que la empresa automovilística quiere «contribuir a la conservación del Mediterráneo», según ha explicado la directora de comunicación y relaciones institucionales de BMW en España, Pilar García.

«Este mar se está enfrentando a las consecuencias del cambio climático, su temperatura está aumentando un 20% más rápido que la media anual en otros mares», ha explicado García, quien también ha subrayado que el Mediterráneo también tiene que hacer frente «a la sobrepesca y sobrepoblación de las zonas costeras».

Por su parte, el director del Port de Torredembarra, Oriol Milà, quien también es oceanógrafo y cofundador del proyecto, ha asegurado que aunque «la primera idea fue puramente ambiental», con el paso del tiempo también se ha tenido que pensar en un proyecto paralelo que sirva para mantener la estructura. «Por este motivo, también se ha convertido en un parque subacuático, donde el sector del buceo también podrá disfrutar de una estructura que será infinita», ha subrayado Milà.

Además, el director del Port de Torredembarra ha asegurado que son diversas las entidades científicas que ya han mostrado su interés hacia el proyecto por saber «cómo afectarán a este tipo de sustratos» y así poder trasladar la idea a otros puntos donde están sufriendo biodegradaciones a consecuencia de la afectación entrópica». «Es la infraestructura marina que nos permitirá custodiar mejor nuestro fondo marino y al mismo tiempo disfrutar de él», ha finalizado Milà.

Quince años de trabajos

Oriol Milà y Miquel Rota han estado trabajando en esta estructura marina desde hace quince años. Un «sueño que se ha convertido en realidad», desde que el pasado mes de diciembre se empezaron a colocar el conjunto de rocas que configuran la montaña marina. Entre este martes y miércoles se colocarán la decena de biotopos que rodearán la estructura y se espera que en junio pueda abrirse al público como parque acuático.

La iniciativa también ha contado con la colaboración de varias instituciones y administraciones locales como el Ayuntamiento de Torredembarra, la cofradía de pescadores, la capitanía marítima, la agencia de buceo PADI; empresas privadas como el Grupo BMW, así como varias organizaciones medioambientales y de investigación.