Entre las novedades y el continuismo

En la Torre se presentan diez listas, una menos que las elecciones pasadas. Han desaparecido casi las listas municipalistas propias, si exceptuamos Alternativa Torredembarra. Esta lista es novedad en una convocatoria que presenta fuerza: listas nuevas, algún nuevo cabeza de lista o nombres que cambian de partido. Otras novedades respecto a candidaturas son la irrupción de Valents y Vox, y una sorpresa de última hora: Ara Pacte Local.

Novedades sí, ¿pero de suficiente peso para provocar cambios en las primeras posiciones? ¿Cómo condicionarán el nuevo gobierno si hacen falta pactos?

Analizamos cada lista. Los dos favoritos a priori son ERC y el PSC, que lucharán por estar al frente. Los republicanos tenían una cómoda mayoría de nueve concejales, una cifra que difícilmente reeditarán. Para volver a ser la fuerza más votada, repetir la alcaldía y poner en valor el trabajo hecho, haciendo bandera de un gobierno sólido, han renovado parcialmente la lista, uniendo experiencia y caras nuevas. El candidato a alcalde sigue siendo Eduard Rovira pero hay cambios en los puestos siguientes: la conocida atleta Berta Castells será la número 2, y Raül Garcia y Maria Gual suben.

El PSC mantiene los cuatro primeros nombres. Su cabeza, Vale Pino, ha hecho una oposición tranquila, que le puede traer votos en una Torredembarra que no es la convulsa de hace décadas. El quinto, Francisco Javier Perellón, teniente de alcalde en Piera, en la Anoia, es un fichaje que ha sorprendido pero que puede ser entendido como un espejo para la población del área metropolitana de Barcelona que ha venido a vivir a la Torre. Con respecto a las expectativas los socialistas captan una cierta necesidad por parte de torrencs que Torredembarra haga un cambio de timón, un cambio de alcalde.

También piensa que puede dar la campanada la lista de Junts, encabezada por Xavier Suárez y formada casi toda por gente nueva. Los de Junts buscaban renovarse después de las últimas crisis. La penúltima, el caso Massagué, los llevó a perder votos, que quieren recuperar. Suárez ha sido el último concejal en solitario del partido después de más de un cambio de concejal y no esconde que el objetivo último es obtener la alcaldía. Quizás (y digo quizás) todavía no son sus elecciones, por la juventud de la lista, pero será un candidato a considerar a la hora de los pactos.

La CUP quiere recuperar la representación y opta por un candidato de continuidad, Toni Sacristán, y un segundo proveniente de la desaparecida Alternativa Baix Gaià, Robert Tatay. Se ha presentado en precampaña como única alternativa para hacer cambiar las cosas en Torredembarra, con incidencia en cuestiones como la crítica al negocio de la basura, y le puede favorecer el desgaste que puede sufrir ERC, si el desencanto se va en dirección a la izquierda y no a la abstención.

Entre las otras candidaturas de izquierdas, la de En Comú Podem, liderada por Luisfer Turrens, que en 2019 encabezó la de Podem, sin EC, compite con la del movimiento social Alternativa, que tiene como cabeza a Carles Fuxet (hace cuatro años líder de TDB-EC) y que se ha movido mucho estos cuatro años, liderando protestas vecinales como la de la limpieza. ECP, a su vez, puede hacer gala de referentes más allá del municipio.

El espacio constitucionalista de derechas en la Torre es un ejemplo gráfico de hacia donde puede ir el voto resultante de la desaparición de Ciutadans y de los tres concejales del grupo: Juan Carlos Hurtado encabeza la lista de Valents, Javier Ramírez y Noelia González la de Vox y Toni Cruz es el número 2 del PP. Valents, que ha fichado a Áxel Diéguez, antes tercero del PP, ha sido activo en precampaña, llevando a debate temas como el ocio nocturno, mientras que el PP, que lidera Núria Gómez y que hoy inaugura sede con Alejandro Fernández, y Vox tienen más marca a nivel estatal.

Ara Pacte Local, coalición de Ara Catalunya y PDeCat, es una plataforma de centro que presenta como cabeza de lista a Jordi Sansalvador, que ha intensificado el darse a conocer públicamente en las últimas semanas y que, como el resto de partidos, tiene dos semanas para intentar obtener una silla de concejal.