40 años recuperando la memoria local

El pasado 7 de junio abrió puertas, en el Castillo de Masricart de la Canonja, la exposición del 40.º Aniversario del Centro de Estudios Canongins Ponç de Castellví. La muestra es, sobre todo, una recopilación fotográfica que desgrana las principales acciones que la entidad ha llevado a cabo en estas cuatro décadas de existencia, y donde se pone de relieve la intensa actividad en la recuperación de la memoria local. «El Centro de Estudios Canongins nace con el objetivo de recuperar documentalmente la historia de la Canonja. El año 1813, durante la Guerra del Francés, se quemó el archivo y, por lo tanto, estábamos muy huérfanos de documentación», explica Francesc Roig, presidente de la entidad. Roig, que también fue uno de los siete miembros fundadores, hace balance asegurando que «hemos puesto a pleno rendimiento un campo que era yermo, el de la recuperación histórica y documental». Con todo, subraya, con el añadido de «trabajar siempre en la defensa y reivindicación de la identidad de la Canonja».

En esta línea, el presidente destaca como especialmente relevante el hecho de haber impulsado la recuperación del Castillo de Masricart, ahora en manos del Ayuntamiento, pero que había sido propiedad de la Caja de Ahorros de la Diputación de Tarragona. Un segundo objetivo fundacional fue, también, la recuperación de obra del escultor canongí Salvador Martorell, que en la actualidad se puede contemplar en el vestíbulo del Castillo, y que cuenta con piezas tan excepcionales como la escultura original del dios Mercurio que había en la plaza de los Carros de Tarragona. Además, desde el centro se han publicado dos catálogos sobre la obra del escultor.

Precisamente, la publicación de obra escrita es otro de los ejes fundamentales del Centro de Estudios Canongí. Entre ella, Roig destaca la tetralogía dedicada a la Guerra Civil, con tres títulos publicados hasta ahora –dedicados la retaguardia, el frente y el exilio– y un cuarto volumen que presentarán en otoño, y que se centrará en el periodo de posguerra. La entidad también está trabajando en el libro Vehicles i vivències, que recogerá imágenes y testigos de todos aquellos vehículos que circularon por el municipio entre los años 30 y los 70. «Siempre hemos partido de la base que la historia se tiene que hacer y trabajar desde abajo. La historia en mayúsculas la explican los vencedores, pero es importante ver el trasfondo. Cuando una reja labra y hace el surco, pueden aparecer incluso restos arqueológicos. Nosotros pensamos que, labrando la historia a fondo, hacemos que sea productiva para el futuro». En la exposición del 40 aniversario también tiene un papel destacado el director de teatro Ricard Salvat, nacido en Tortosa pero residente en el municipio durante muchos años. «Conseguimos que viniera a dirigir un par de obras de teatro y que su legado bibliográfico se pueda conservar en la Biblioteca municipal», subraya con orgullo al presidente.

Con esta muestra, el Centro de Estudios Canongins clausura los actos del 40.º aniversario y empieza a trabajar en la celebración del 25.º aniversario de la muerte del barítono Pau Vidal, otro de los hijos ilustres de la Canonja.