Tarragona incrementa los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos gestionados durante el 2022, llegando a las 1.928 toneladas

La Fundación Ecolec, organización sin ánimo de lucro que centra su actividad en el reciclaje de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE), ha gestionado en Tarragona la cifra de 1.928 toneladas de dichos residuos gestionados durante 2022, lo que supone un incremento con respecto al año anterior, cuando se gestionaron 1.616. En 2022 se ha registrado la recogida de una media de 7,97 kilos por habitante.

Para Luis Moreno, director general de Fundación ECOLEC, este dato «muestra la responsabilidad de los vecinos con el reciclaje de RAEE para favorecer la Economía Circular y proteger el Medio Ambiente».

En este sentido, el director general ha subrayado el compromiso de la ciudadanía de Tarragona con «el correcto reciclaje de estos aparatos para favorecer la reutilización y, por tanto, seguir luchando contra el cambio climático».

Por otro lado, la gran mayoría de las toneladas gestionadas en Tarragona corresponden al ámbito doméstico.

Importancia de reciclar la basura electrónica

Cada año se generan cerca de 50 millones de toneladas de residuos electrónicos en el mundo, siendo el tipo de residuo que más aumenta debido entre otras razones al consumo masivo de aparatos eléctricos y electrónicos, la digitalización y los avances tecnológicos. Según E-Waste Monitor 2020 se estima que en 2050 podrían producirse 100 millones de toneladas de estos residuos, siendo su tasa de reciclaje inferior al 20 por ciento en la actualidad.

«Hay muchas evidencias que demuestra que el reciclaje de nuestros RAEE es esencial. Por ejemplo, un frigorífico mal reciclado emite a la atmósfera gases de efecto invernadero equivalentes a las emisiones de un coche en 15.000 kilómetros», ha recalcado Luis Moreno. Además, ha querido hacer especial hincapié en que «las consecuencias de no reciclar correctamente nuestros aparatos electrónicos cuando dejan de funcionar se agravan en aquellos puntos del Planeta donde la extracción de materias primas para fabricar estos productos produce graves impactos sociales y medioambientales».

Todos los dispositivos eléctricos que se usan en el día a día pueden tener una segunda vida si se reciclan correctamente. Cada usuario se convierte en el actor principal de un proceso en el que se puede dar un final apropiado que, por un lado, ofrezca la posibilidad de su reutilización y, por otra parte, ayude a un desmontaje y una descontaminación sostenible, responsable y respetuosa con el Medio Ambiente.