Agricultura
La Generalitat no ejecutará las obras para garantizar el riego en los avellanos del Baix Camp y Tarragonès
La Generalitat ve «inviable» finalizar la construcción de la cañería de ocho kilómetros hasta la depuradora de Reus
El Departament d'Acció Climàtica ha descartado ejecutar las obras para garantizar el riego de emergencia en los avellanos del Baix Camp y del Tarragonès. Han asegurado que es «inviable» finalizar, antes de que se acabe el verano, la construcción de una cañería de ocho kilómetros con el fin de poder utilizar el agua regenerada de la depuradora de Reus. Aun así, han afirmado que seguirán estudiando para encontrar una solución definitiva. La Generalitat lo ha notificado este miércoles a los campesinos de la zona, que han lamentado la decisión y han denunciado que «los están condenando a muerte». El Gobierno también ha descartado vaciar el pantano de Riudecanyes para regar los avellanos durante la próxima semana, tal como habían propuesto desde la Comunidad de Regantes.
El responsable de Agua de Unió de Pagesos al Baix Camp, Josep Z. Ferré, ha explicado que el objetivo era bombardear parte del agua del pantano de Riudecanyes, durante la próxima semana, para «dar quince días de vida» a las más de 4.000 hectáreas de cultivo de la zona. «De esta manera, esperábamos sobrevivir en verano, mientras se ejecutaba la cañería que nos tenía que conectar a la depuradora de Reus», ha justificado Ferré.
Desde Unió de Pagesos han lamentado la pérdida de este riego de emergencia, sobre todo, en un momento, en que la climatología los estaba respetando. «Nosotros entendíamos que con esta agua de la semana del 17 de julio ganábamos quince días más de margen y podíamos, incluso, llegar con vida al final del verano», ha explicado Ferré.
Aunque desde el Departament d'Acció Climàtica han asegurado que indemnizarán las hectáreas afectadas, desde Unió de Pagesos consideran que esta decisión «no deja de ser una condena», sobre todo, por las fincas que dependen, exclusivamente, del pantano de Riudecanyes. «Si lo perdemos todo, lo tendremos que hacer de nuevo, con lo que eso comporta», ha denunciado Ferré, quién se pregunta cuánta gente continuará en el sector si se les mueren los árboles. «La cosa no pinta bien», ha cerrado.
Por su parte, el Departament d'Acció Climàtica ha decidido que ninguno de los dos proyectos son viables en el estado de sequía actual y han confirmado que los técnicos seguirán investigando para encontrar una solución definitiva al problema del agua.