El incendio de la planta de Botarell fue por un accidente «fortuito»

El incendio dentro de la planta de compostaje de Botarell (Baix Camp) del pasado 14 de abril, y que todavía no se ha extinguido, fue un accidente «fortuito». Así lo ha explicado el presidente de SECOMSA, Antoni Abelló, en declaraciones a ACN después de haber hecho una investigación interna. «Nos cogió con más material de la cuenta», reconoce el responsable político de la empresa. La hipótesis es que esta materia orgánica se autocombustionó y después el fuego se propagó rápidamente gracias a unas maderas que se acumulaban justo al lado y que todavía no se habían procesado. El presidente de la empresa pública no lo califica de negligencia, sino que de «descuido» y también confirma que las maderas estaban «más cerca de la cuenta» de los restos vegetales.

La noche del 14 de abril se declaró el incendio en una zona de almacenaje de restos vegetales de la planta de Botarell, y 24 horas más tarde, el fuego reavivaba escapándose por buena parte de las instalaciones de SECOMSA donde se acumula materia orgánica propiciado por las rachas de viento. Desde la empresa calculan que se han quemado 17.000 toneladas de restos vegetales. Fue la «tormenta perfecta», ha recordado Abelló. De hecho, en otras ocasiones ya ha habido conatos de incendio en la planta. Hace falta tener en cuenta que la materia orgánica en descomposición, a través de un proceso bioquímico, puede autocombustionar.

Controlado, pero no extinguido

Cuatro meses después, el fuego está controlado, pero no extinguido. Todavía se ven humaredas. Hoy por hoy, la opción más «plausible» para apagarlo es dejar quemar los restos hasta que se autoextinga. Desde Bombers, afirman a ACN que no hay riesgo y que están realizando controles periódicos. Abelló indica que podrían dar oxígeno al fuego para que reavivara y acabar de quemar toda la materia con el fin de extinguirlo más rápidamente, pero de momento descartan esta opción porque podría generar molestias a los vecinos.

El presidente de SECOMSA ha reconocido que el últimos meses han sido «bastante duros» y ha explicado que ahora están conteniendo el incendio para que no reaviven las llamas, con el fin de evitar, también, afectaciones a los pueblos de los alrededores. Sin embargo, el responsable asegura que la empresa está trabajando con total normalidad.

Gestionar el fuego durante un aguacero

Desde SECOMSA, junto con los Bombers, han analizado la posibilidad de gestionar el fuego durante un gran aguacero. Si lloviera durante varias horas, podrían remover los restos, oxigenarlas, y la misma lluvia apagaría las llamas que se generaran. A pesar de eso, el actual periodo de sequía rebaja la probabilidad de un escenario como este.

Por otra parte, una vez apagado, con los Bombers han estudiado ubicar las campas de otra manera, ya que la distribución actual puede favorecer la propagación de un incendio si sopla un viento determinado. Las campas son las parcelas donde se agrupan las pilas de materia orgánica. Una vez tengan la zona limpia, desde SECOMSA reorganizarán las pilas de material como medida correctora.

Abelló ha manifestado que durante estos meses han estado en contacto con los alcaldes de municipios vecinos por las molestias que han podido causar los malos olores y el humo, pero ha afirmado que últimamente ya no están recibiendo. Una vez esté extinguido el incendio, desde SECOMSA harán un cribado de todo el material y una parte se destinará a hacer compostaje y la otra a un vertedero.