Sociedad
Los vecinos de Lilla todavía no han cobrado las indemnizaciones por las grietas
Los residentes se están planteando movilizarse y hacer cortes de carretera en otoño
Un año después que el Ministerio de Transportes y Movilidad hiciera el peritaje de las grietas de Lilla, y después de que en noviembre del 2022 todos los afectados firmaran el acuerdo por las compensaciones, los vecinos todavía no han cobrado las indemnizaciones. Las reparaciones económicas suben a más de 600.000 euros, pero los afectados todavía no saben cuándo cobrarán. Los vecinos denuncian el silencio administrativo pocos meses antes de inaugurar la nueva infraestructura – posiblemente entre septiembre y octubre . «Ellos terminarán, se marcharán, y nosotros nos quedamos con las grietas», lamenta la presidenta de la Associació de Veïns de Lilla, Teresa Figueras, a ACN. Para hacer presión, los afectados plantean nuevas movilizaciones en otoño haciendo cortes de carretera.
Las voladuras para hacer el túnel del Coll de Lilla empezaron en julio del 2019 y duraron casi un año, se hizo más de un centenar y a consecuencia de las detonaciones, aparecieron numerosas grietas en 90 casas de Lilla, una pedanía de Montblanc que queda justo encima de la salida del túnel por la parte de la Conca de Barberà. Después de varias quejas, el ministerio asumió su responsabilidad y encargó al Colegio de Arquitectos hacer los peritajes. Todos los vecinos aceptaron las indemnizaciones propuestas por el Estado «tanto los que estaban de acuerdo con la valoración, como muchos que no lo estaban», observa Figueras.
Las primeras grietas aparecieron ahora hace cuatro años. Los propietarios todavía no han arreglado los desperfectos a la espera de la llegada de este dinero. «Hay casas que el presupuesto es muy elevado y las personas no están dispuestas a gastar tanto dinero», exclama la alcaldesa de Lilla, Glòria Rivera. Incluso hay una casa apuntalada a la que no se puede acceder y han aparecido también grietas en medio de algunas calles o en los nichos del cementerio.
Casi nueve meses después de firmar el acuerdo con el ministerio, los vecinos de Lilla no tienen ninguna noticia del expediente. «Ha habido elecciones municipales y generales, y no sabemos si eso ha entorpecido un poco el procedimiento», dice la presidenta. La alcaldesa es más directa: «estamos esperando a que paguen el dinero que prometieron a cada casa».
Fuentes del ministerio se han limitado a decir a ACN que «el expediente relativo a la indemnización de los afectados está siguiendo la correspondiente tramitación administrativa». No han indicado los plazos previstos, sólo han señalado que «una vez se apruebe la resolución correspondiente, se actuará conforme a ella».
Entre los vecinos hay la duda de quien se tenía que hacer cargo de la compensación económica, si Acciona como empresa ejecutora de las obras, o el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana como propietario de la vía. «Que lo pague quien quiera, pero que lo pague», reclama Rivera.
Preocupados por el ruido de la autovía
Ahora se están acabando las obras para enlazar el túnel con la N-240. Los residentes de la pedanía están preocupados por el ruido que generará el paso de los vehículos por la autovía. El ministerio ha instalado pantallas acústicas, pero se han dejado una franja de unos diez metros. Además, temen que a la altitud que se encuentra el pueblo, las pantallas hagan su función.
Por otra parte, están preocupados por las colas de vehículos que se generarán en la conexión de la A-27 con la N-240. Sobre todo los domingos por la tarde, cuando hay operación retorno, ya se crean atascos en el acceso por Montblanc en la autopista. «De tres carriles se pasará a uno, ¿cómo engullirá todo el tráfico del fin de semana?», se pregunta Figueras. La alcaldesa suma la contaminación: «los humos y toda la polución que tendremos en Lilla hasta ahora no los hemos visto».