Agricultura
El precio de la algarroba cae hasta los 30 céntimos después de dos años por las nubes
Preocupación entre los campesinos del Camp de Tarragona ante la posibilidad de que la sequía les deje sin cosecha el próximo año
La campaña de las algarrobas ha arrancado con poco optimismo por la caída del precio de este producto. De los casi dos euros que se llegaron a pagar en los últimos dos años, ahora, el precio ha caído hasta los 30-35 céntimos. «Eso son precios un poco justos y ruinosos», afirma a ACN el responsable de la algarroba de Unió de Pagesos, Jordi Castellnou. Los agricultores aseguran que la cosecha de este año será buena, aunque el fruto será más delgado y tendrá menos peso. También les preocupa la sequía que ha dejado los árboles «agotados». Además, si no llueve en los próximos días, alertan de que no habrará cosecha el año que viene porque los algarrobos sacan en este periodo la muestra para la próxima temporada.
Los campesinos empezaron a coger las algarrobas la semana pasada y prevén una producción un poco inferior respecto a la del año pasado. Castellnou calcula que recogerán entre 40 y 45 toneladas de algarrobas en sus fincas. En la anterior campaña, recogieron unas 50. «En el ámbito de toda Cataluña se está hablando sobre un 50% o un 60% de una producción muy buena», indica.
En el caso de la empresa Comercial Garrofa, un grupo de cooperativas asociadas de primer grado de la demarcación de Tarragona y de Castellón, situado en Mont-roig del Camp (Baix Camp), prevén alcanzar los 4,5 millones de kilos. «Contábamos hacia los cuatro, como el año pasado, pero ahora creemos que nos quedamos en unos 4,5, que es un poco más que el año pasado, pero no mucho más. Nosotros hacemos entre los tres y hemos llegado a los siete, ahora estamos lejos de una cosecha récord», detalla su gerente, Francesc Xavier Cort. Apunta que la situación de sequía ha provocado que las previsiones de la cosecha sean entre un 10% y 20% menos respceto la campaña anterior.
Precios «ruinosos»
Hace dos años, el precio de la algarroba llegó a los 1,80 euros. El año pasado, la campaña arrancó a 1,50 euros. «Fue un precio muy bueno para que el campesino se pudiera ganar dignamente la vida y, ahora estamos hablando de precios de entre 30 y 35 céntimos que son precios un poco ruinosos», lamenta Castellnou que también destaca que los costes de producción se han incrementado en los últimos años, con el aumento del precio de los fertilizantes y de los productos fitosanitarios, entre otros.
Por su parte, Cort considera que los precios de los dos últimos años han sido «desorbitados» y remarca que nunca se habían visto. El gerente explica que las empresas alimentarias, que son las que consumen la goma de garrofín, empezaron a comprar el producto para acumular stocks a raíz del incremento de los precios. Eso, sostiene, provocó que cuanto más compraban más subía el precio.
«Ahora, han reducido el consumo de garrofín y de ser el primero en cantidad, ahora es el último. Eso ha hecho que el consumo haya bajado mucho y en un momento en que ellos tienen los stocks más altos porque por miedo habían ido comprando más de lo que realmente gastaban, con el fin de no quedarse desprovistos», dice. Sin embargo, confía en que las compañías vuelvan a comprar a partir de este otoño. Tanto Cort como Castellnou esperan que los precios no tarden una década a recuperarse. Además, desde Unió de Pagesos apuntan que un precio «digno» se cifraría en unos 80 céntimos.
En paralelo, Castellnou afirma que los agricultores están descontentos con el funcionamiento de la Llotja de Reus y, por esta razón, desde el sindicato han decidido no asistir al primer día de la fijación de los precios. «Se plantan dos compradores de garrofín y ponen el precio que les da la gana; no funciona tal como tiene que funcionar, no lo vemos correcto», denuncia. Por eso, dice, seguirán luchando por conseguir un precio justo.
A la espera de las lluvias
Según Castellnou, los algarrobos «aguantan mucho» la sequía. Sin emabrgo, asegura que la falta de lluvia los ha agotado. Si no llueve pronto, la campaña del próximo año no está asegurada, ya que en este periodo es cuando se produce la floración. «La sequía ha provocado una disminución de entre un 10% y un 20% de peso de la algarroba, pero la calidad será mejor, porque cuanto más seca es la algarroba, la calidad es más alta. El troceo también sale en mejor calidad, pero con menos peso», destaca Cort.
Continúan los robos
En los últimos años, los robos de algarrobas han sido uno de los principales quebraderos de cabeza de los campesinos. A pesar de la bajada de precios de este producto, desde Unió de Pagesos creen que seguirán sucediendo, por el hecho que son «muy fácil» de recoger y robar. «Nos entran a las fincas, descaradamente con furgonetas y recogen las algarrobas, no podemos hacer mucho más que denunciar y hacer batidas con los Mossos», manifiesta Castellnou.
Después de reunirse con el cuerpo policial, el campesino dice que los Mossos se han comprometido a mantener los controles tanto en las carreteras como en almacenes. En el caso de la cooperativa de Mont-roig también han sufrido robos y su gerente confía en que los hurtos disminuyan esta campaña a raíz de la caída de los precios. «Estos últimos años había sido un escándalo, había mafias organizadas», añade.