El mes de las sorpresas en la Séquia Major

Son 17,3 hectáreas de espacio natural protegido, dentro del término municipal de Vila-seca, con una vegetación y fauna propias del litoral mediterráneo. La Séquia Major de Vila-seca es un reservorio excepcional que se puede recorrer y descubrir cada fin de semana, de manera gratuita, a través de las visitas guiadas que organiza el Patronato de Turismo, con el guiaje de Cel Rogent.

«Esta es una de las últimas zonas húmedas que encontramos en nuestro territorio, a escala peninsular desaparecieron entre el 60 y el 90% de las zonas húmedas por las políticas de desecación promovidas por los gobiernos durante los siglos XIX y XX. A pesar de sus pequeñas dimensiones comparado con el verdadero espacio que ocupaba originariamente, la Séquia Major sigue siendo muy importante para muchas aves que, en sus movimientos migratorios, hacen parada en este lugar», explican desde Cel Rogent. Los terrenos de la Séquia Major de Vila-seca se originaron por los sedimentos arenosos del río Francolí. Por su proximidad al mar, los pantanales tenían agua dulce y salada, hecho que los hacía muy ricos con respecto a la flora y la fauna. En el año 1537 se construyó la Séquia con la finalidad de drenar los terrenos y hacerlos aptos para los cultivos, y hasta principios del siglo XX fue una zona de cultivos. A raíz del abandono progresivo de los cultivos, en el año 1922 la zona entró a formar parte del Plan de Espacios de Interés Natural (PEIN) de la Generalitat de Catalunya, y en la actualidad es un espacio natural protegido. En la Séquia Major crían especies de animales singulares o en peligro de extinción, como el fartet, un pez que sólo habita aguas dulces y saladas, o la tortuga de estanque.

Además, la Séquia Major es el hábitat de numerosas especies de aves, que o bien hacen estancia en sus migraciones o tienen una comunidad estable. «El grupo más representado es el de las aves presentes durante todo el año, como los patos de la especie morell cap-roig, el xibec, o el collverd, incluso los ardeids como la garcilla cangrejera, el martinete de noche o el bernat pescaire. Pero si tenemos que destacar alguna especie presente en este momento esta es el martín pescador, que ahora vuela por todos los rincones de este espacio», explican los guías.

«Septiembre es un mes de sorpresas, ya que cualquier día nos podemos chocar con la visita inesperada de las especies que se encuentran en migración. Les cigüeñas, los flamencos o incluso alguna grulla. Durante este mes también empiezan a llegar muchas especies de anátidas, y si más adelante el frío es muy persistente e intenso en el resto de Europa, se podrán ver aves que son más propias de tierras como Escandinavia o Noruega, como la oca de mejilla blanca. Se trata de un hecho excepcional, pero que ya ha pasado en varias ocasiones».

Les visitas se hacen todos los sábados y domingos de septiembre, a las 18 h, y los domingos de octubre a febrero a las 11 h. Son gratuitas y se tienen que reservar (tel. 977 373 037 ). El punto de encuentro está en el acceso principal de la Séquia Major, en la plaza de la CançóCatalana, en la Pineda.