Medio Natural
Empieza el estudio de barimetria de Altafulla para estabilizar la playa
La coalcadessa afirma que se tiene que encontrar «el equilibrio» entre el uso recreacional y turístico con el paraje natural
Los trabajos de barimetria en la playa de Altafulla se han iniciado este martes con el objetivo de conocer los movimientos de arena con el fin de estabilizar el frente marítimo.
La actuación es la primera de las doce previstas en el convenio firmado con la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC) que prevé tener resultados preliminares en este otoño, aunque el estudio se alargará hasta aquí dos años. Les posibles y futuras soluciones para revertir la erosión de la playa las ejecutará Costas de Ministerio de Transición Ecológica.
La coalcadessa del municipio, Alba Muntadas, ha afirmado que se tiene que encontrar «el equilibrio» entre las demandas del sector de la restauración y el turístico con el sistema dinámico del entorno natural.
Después del temporal de la semana pasada, los técnicos de la UPC han recorrido con una lancha la línea de la costa de Altafulla para empezar a recopilar datos para hacer el estudio que tiene que permitir conocer los movimientos de arena cada vez que la zona sufre los estragos de una tormenta. Según el investigador del Laboratorio de Ingeniería Marítima de la Universidad Politécnica de Cataluña – BarcelonaTech, Iván Cáceres, la batimetría es una ecosonda de un barco que da la localización, latitud, longitud y profundidad en un punto y que permite dibujar el mapa del fondo marino en cada latitud y longitud.
Cacéres ha detallado que hacen un seguimiento de imágenes por satélite para ver cuál es la línea de costa con el fin de poder detectar cuáles es la interfaz entre el agua y la arena. «Por medio de las imágenes de satélite y los datos de Puertos del Estado procedentes de las boyas y los modelos numéricos podemos ver cómo se va moviendo y erosionando la línea de costa después de cada tormenta, no es suficiente con saber cuáles son los oleajes que lo erosionan, si no que también queremos ver como la arena y el oleaje se va agua adentro», ha indicado. De esta manera, localizarán donde quedan depositados los sedimentos.
También ha señalado que las imágenes de recogidas en la primera fase son de los últimos seis años y, que a partir de ahora, harán una batimetría cada vez que haya un temporal. El estudio se hará durante un plazo de dos años y servirá para recopilar datos y, así, conocer la evolución de la línea de costa. Cáceres ha aseverado que tendrán la «confianza suficiente» para proponer qué estructuras, tanto emergidas como sumergidas, son las mejores actuaciones para revertir la erosión de la playa. «Podremos informar en Costas sobre qué infraestructuras colocaríamos, donde, a qué distancia y profundidad, después ellos tienen que dar el visto bueno para decidir si les parece bien la propuesta; nosotros sólo daremos unas posibles soluciones para disminuir la energía que se lleva la arena de la playa», ha añadido.
Doce batimetrías
La coalcaldesa y responsable del área de Medio Ambiente y Territorio del Ayuntamiento de Altafulla, Alba Muntadas, ha explicado que el convenio firmado al principio de año con la UPC incluye doce batimetrías, las cuales se harán después de los temporales para conocer el funcionamiento del movimiento de la arena y actuar posteriormente con «consonancia». «El objetivo es estabilizar el máximo la playa, sabiendo que es una playa regresiva», ante los daños que pueden ocasionar las próximas tormentas, ha sostenido Muntadas.
Con respecto a las demandas del sector de la restauración de instalar tarimas en la playa para colocar las terrazas de los establecimientos, la coalcaldesa ha remarcado que es necesario encontrar el equilibrio entre el uso recreativo y turístico con el del «propio sistema dinámico» del entorno. En paralelo, ha destacado que se han tomado medidas y hecho actuaciones para contrarrestar los daños que han provocado los temporales, las cuales están incluidas en el plan de gestión vigente desde el año 2020.
A modo de ejemplo, ha recordado las aportaciones de arena o la colocación de dunares. «Seguiremos haciendo estas medidas, como las aportaciones de arena, pero nos ha faltado el criterio más técnico – de Costas- de dónde poner la arena cuando se han hecho para retenerlas más tiempo; no es el mismo el parque de Voramar, donde la playa puede respirar más, que la zona de las Tiendas de Mar donde es más regresivo y hace falta más arena para la seguridad de los bañistas», ha lamentado la responsable.
Preguntada sobre la posibilidad de deconstruir partes del paseo marítimo, Muntadas ha recordado que hay actuaciones encima de la mesa, recogidas en el plan de gestión. De hecho, ha dicho que encargaron un anteproyecto de remodelación del frente marítimo y lo ha ejemplarizado con la plaza de Consolat de Mar. «En el otro extremo, tenemos una plaza que es un parking, donde el anteproyecto plantea su deconstrucción para dar más espacio en la playa y que sea ella misma que se proteja de los temporales», ha cerrado.