Inaugurado el túnel del coll de Lilla que conecta el Camp de Tarragona con la Conca de Barberà

La A-27 ya llega hasta la Conca de Barberà. El último tramo que faltaba para completar la conexión entre el Camp de Tarragona y el interior de las comarcas tarraconenses y leridanas se ha puesto en servicio este lunes. Se trata de un trazado de cinco kilómetros que une Valls y Montblanc y que incluye el túnel que atraviesa el coll de Lilla, de 1,5 kilómetros.

Los trabajos han costado 157 MEUR y años de retrasos, ya que la primera licitación fue en el 2008. La obra es muy celebrada por el tejido social y económico de la zona porque permite acortar el tiempo de viaje. Con todo, los camiones de mercancías peligrosas no podrán pasar y tendrán que seguir circulando por la N-240. Para completar la obra falta la conexión entre el túnel y la AP-2.

El tramo conecta el norte de Valls, hasta donde ahora acababa la A-27, con el sur de Montblanc, y permite ahorrar los cerca de 10 kilómetros de carretera montañosa del coll de Lilla. El ahorro de tiempo para los usuarios será de unos cinco minutos pero la conducción será más cómoda y segura. La pieza clave es el túnel, de 1.500 metros de largo y dos tubos -uno por sentido-, que cuenta con seis galerías de seguridad conectadas entre los dos sentidos de la marcha por situaciones de emergencia.

Los trabajos en la autovía empezaron en el 2008 y se detuvieron en el 2010, a raíz de la crisis económica. Las arrancadas y frenazos en la construcción han sido constantes hasta los últimos años, cuando las obras se han acelerado. Para completar totalmente la A-27 falta la conexión entre el final del tramo inaugurado este lunes y la autopista AP-2.

Una obra que ha reclamado el alcalde de Montblanc, Oriol Pallissó: «Vamos tarde y mal. Estamos parcialmente satisfechos», ha afirmado. Y ha apuntado: «Es un problema muy grande acabar una obra como esta con un cuello de botella como el de la C-14, donde sabemos perfectamente que los domingos de agosto son terroríficos. Ahora tendremos la C-14 y la A-27, por lo tanto el caos continuará tres años más», que es el tiempo que el ministerio estima necesario para finalizar el enlace con la autopista.

Pallissó ha reconocido que «se tendrán que poner las pilas» en materia de vivienda porque con la puesta en marcha también del polo logístico de Cimalsa pronostican que habrá un aumento de población en la comarca. «La Conca de Barberà es una muy buena comarca para vivir y establecerse. Los próximos cuatro años tenemos que saberlo aprovechar», ha señalado.

Más temas pendientes

Por su parte, la alcaldesa de Valls, Dolors Farré, ha destacado que han estado «30 años esperando». En su caso ha puesto en valor el impulso que supondrá para el polígono industrial. «Muchas empresas miran mucho la conexión que tienen con las vías más importantes. Será muy importante para la ciudad», ha dicho.

Otro elemento que todavía no está resuelto es el paso de mercancías peligrosas que especialmente van desde el puerto de Tarragona y el polígono petroquímico hacia el interior de la península Ibérica, ya que estos camiones no podrán pasar por el túnel. Así, de momento los trailers tendrán que seguir pasando por la N-240 como hasta ahora o bien desviarse hacia el Pla de Santa Maria (Alt Camp) y coger allí la AP-2. «Que saquen el problema de la costa y nos lo pasen al interior no lo vemos bien», ha defendido Farré, que ha afirmado que de momento no tienen una propuesta clara encima de la mesa para analizar.

Finalmente, también hacen falta acabar de resolver las indemnizaciones que tienen que cobrar los vecinos del municipio de Lilla, que por culpa de los trabajos en el túnel han sufrido grietas en sus domicilios. Después de años de reclamaciones se ha llegado recientemente a un acuerdo entre afectados y ministerio de Transportes. Según el gobierno español los pagos está previsto que se hagan antes de acabar el año. La ministra de Transportes en funciones, Raquel Sánchez, ha presidido la inauguración de este lunes y ha lamentado los daños «que han sufrido los vecinos a consecuencia de las obras». «El ministerio se ha querido comprometer con los vecinos para que tengan la indemnización que se merecen», ha reiterado.

Para Sánchez, se trata de un «día histórico para el territorio» porque «acerca Lleida y Tarragona», así como los habitantes de la Conca de Barberà con el Camp de Tarragona y su hospital de referencia, Pius Hospital de Valls. Con la apertura de este tramo el ministerio prevé un ahorro de 700.000 horas y 22 millones de kilómetros anuales. Eso comportará una mejora en la eficiencia energética y una reducción de 4.300 toneladas anuales de CO2.