La Canonja abrirá un espacio museográfico del yacimiento del Barranc de la Boella en el 2024

El Centro de Interpretación del Yacimiento Arqueológico del Barranc de la Boella, Espai MAMMUTHUS, está finalizando el proceso de museización y prevé abrir las puertas en el primer trimestre del 2024. Durante estos días se ha realizado una de las fases más importantes del proyecto: eltraslado de los materiales arqueopaleontológicos desde el IPHES-CERCA al nuevo centro de interpretación.

Con esta acción se culminan meses de trabajo intenso por parte del equipo técnico del IPHES-CERCA encargado de restaurar y consolidar buena parte de las piezas originales que serán expuestas en las salas permanentes del nuevo centro museográfico situado en la finca del Mas de l'Hort de l'Abeurador de la Canonja. El Espacio Mammuthus es uno equipamiento museográfico inédito en Cataluña destinado principalmente al público familiar y escolar y que pretende generar un polo de atracción de turismo cultural en las comarcas del Camp de Tarragona y de las Terres de l'Ebre y ha sido financiado por fondos propios del Ayuntamiento, de la Diputación de Tarragona y de la Unión Europea.

El alcalde de la Canonja, Roc Muñoz, es consciente desde el primer momento de la importancia que tendrá este equipamiento tanto a nivel de los propios arqueólogos y profesionales del sector, como a nivel de atractivo turístico. «Tenemos un Ferrari entre las manos y lo tendremos que dar a conocer al resto del mundo. La Canonja será conocida para albergar uno de los museos más importantes sobre la prehistoria y por eso hemos invertido 3 millones y medio de euros para dotar esta instalación de toda la tecnología, ciencia y conocimientos necesarios para ser uno de los mejores centros de interpretación».

A través de los hallazgos arqueológicos y de los estudios científicos que han propiciado el proyecto de investigación en el yacimiento del Barranc de la Boella, el visitante podrá hacer un viaje a un millón de años atrás para conocer y experimentar quién y cómo se vivía en este periodo prehistórico, a la vez que efectuará un recorrido por la evolución humana. El nuevo centro interpretativo estará dotado de recursos museográficos e interactivos adaptados a los diferentes públicos, combinando la utilización de las tecnologías de la información y de la comunicación con recreaciones, audiovisuales, exhibición de fósiles originales recuperados en el yacimiento, réplicas para poder ser manipuladas así como sonidos y olores.

El MAMMUTHUS será un espacio único y singular para conocer la prehistoria y las primeras poblaciones humanas del Camp de Tarragona. A lo largo de todos estos años, el yacimiento del Barranc de la Boella se ha convertido en unreferente internacional para el conocimiento de las primeras poblaciones humanas de Europa. Según el concejal de cultura, Salvador Ferré, «queremos ser un referente de la prehistoria entre todos los equipamientos museísticos del estado y un polo de atracción turística que dinamice la economía del municipio».

Con respecto al turismo, en esta legislatura, la Canonja ha incorporado una concejalía de turismo que dirige la primera teniente de alcalde Lucía López, con el fin de orientar el desarrollo del museo. «Visitar el Espai MAMMUTHUS será como vivir una experiencia real y transportarse a la prehistoria. Entre el público visitante tienen cabida las familias, los escolares de diferentes etapas, el público especializado y cualquier persona que quiera disfrutar y conocer cuáles fueron nuestros antepasados», finaliza Lucía López.

Este conjunto arqueológico se incluye dentro de un periodo de la prehistoria muy poco conocido en nuestro territorio y también en todo el continente europeo, hecho que da una gran importancia al yacimiento. Por este motivo el Ayuntamiento de la Canonja decide hacer una apuesta clara por mantener estos hallazgos en su término municipal creando un centro de interpretación rehabilitando una antigua masía, en el huerto del Mas de l'Abeurador. «Se ha rehabilitado una masía existente con un elevado valor patrimonial y se ha ampliado con una superficie total de mil metros cuadrados», explica el arquitecto municipal, Miquel Orellana.