Energía
Desarrollan una tecnología para generar hidrógeno con radiación solar a partir de aguas residuales
El proyecto impulsado por investigadores de la URV prepara una planta a escala industrial
Investigadores de la Universidad Rovira i Virgili (URV) han desarrollado una tecnología para generar hidrógeno con radiación solar a partir de aguas residuales. El proyecto se ha bautizado como HACDOS y también participan Eurecat, las empresas FACSA y Enagás, que forman a un consorcio que valorará la posibilidad de convertirlo en una empresa 'spin-off' de la universidad. En paralelo, se ha registrado una patente y se está gestionando su extensión en diferentes países. La planta piloto, que se acaba de validar, se ha situado en el tejado de uno de los edificios de la URV, y ya trabajan en la fabricación de una planta a nivel industrial, que será validada en una estación depuradora de aguas residuales.
El investigador de la URV Alberto Puga, uno de los responsables, explica el funcionamiento: "Tenemos unos paneles solares con un material fotocatalítico activo por donde hacemos pasar las aguas residuales. Cuando la luz del sol incide, el agua se va descomponiendo, de manera que por una parte conseguimos eliminar los contaminantes y de la otra obtenemos hidrógeno, que es limpio porque se obtiene de una fuente renovable".
Otro de los investigadores del proyecto, Kevin Simbaña, explica que una de las ventajas de esta tecnología, sobre todo respecto de otros basados en electrolizadores, es que por el hecho de no necesitar un sistema eléctrico no hace falta una gran inversión y no está el peligro de averías cuando entra en contacto con el agua. "Tampoco hacen falta grandes aportaciones de energía y se pueden tratar aguas residuales tanto urbanas como de diferentes industrias", afirma Simbaña, que añade que la planta requiere poco espacio y es flexible con respecto a la localización. También apunta que el sistema de conexiones es bastante simple, mediante tubos y sin electricidad más allá de los aparatos que se utilizan para controlar la instalación, que básicamente son los que miden la radiación solar.
La planta piloto a pequeña escala, con una superficie de radiación de un metro cuadrado, sirve a los investigadores para hacer las pruebas pertinentes para ver cómo funciona, como responde a la radiación en función también de las diferentes condiciones climatológicas y de la contaminación, para buscar maneras de solucionar los pequeños problemas que surjan, o de maximizar la eficiencia.
El proyecto está financiado por los fondos Next Generation EU y por la Agencia Estatal de Investigación del ministerio de Ciencia e Innovación y pretende consolidar a este modelo de energía circular basado en la fotocatálisi solar asequible como una opción real de valorización de aguas residuales para producir hidrógeno verde, que sea viable a nivel tecnológico en diferentes industrias y escenarios y económicamente rentable.