Política
El Hard Rock tumba los presupuestos y abre un nuevo paradigma político en Cataluña
El veto en las cuentas abre un escenario de incertidumbre por si Aragonés agotará la legislatura o avanzará las elecciones
El Parlament ha rechazado tramitar los presupuestos de la Generalitat para el 2024. La cámara ha aprobado las enmiendas a la totalidad, y el pacto entre el Gobierno y el PSC ha sido insuficiente para sacar adelante las cuentas. El veto de los comunes al Hard Rock ha sido decisivo, a pesar de los intentos de última hora del ejecutivo para convencer al grupo de Jéssica Albiach.
El rechazo a los presupuestos abre ahora un escenario de incertidumbre sobre el futuro de la legislatura, por si el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, agota el mandato o bien adelanta las elecciones. ACN ya adelantó ayer que cada vez son más las voces de Palau y de ERC que estudian el escenario de poner fin a la legislatura. Y ya calculan cuándo beneficiaría más a los republicanos poner las urnas.
La votación -68 a 67- ha empezado finalmente a las 15:30 horas, después de que la presidenta de la cámara, Anna Erra, lo aplazara después de la ausencia de un diputado de Vox y que la diputada no adscrita Cristina Casol (ex de Junts) anunciara su apoyo a las cuentas. La presidenta del Parlamento ha alegado que había que dar tiempo a los diputados para asistir al pleno, ante la «sorpresa» del Gobierno y de ERC.
El proyecto de presupuestos para el 2024, que la consejera Mas entregó al Parlamento el 28 de febrero, es el tercero que presenta el Govern de Aragonés. Los primeros fueron los presupuestos para el 2022, que el pleno aprobó el 23 de diciembre de 2021 con los votos a favor de ERC y Junts, y la abstención de los comunes. Y los segundos, los del 2023, actualmente prorrogados, que la cámara aprobó el 10 de marzo de 2023 con los votos a favor del PSC-Units, ERC y comunes.
Todos los escenarios abiertos
Sin unos nuevos presupuestos para el 2024, en Palau no se descarta ningún escenario. Ya hace días que el ejecutivo avisa de que, si los comunes tumbaban las cuentas, «habría consecuencias». Así, ahora mismo todo apunta que ERC podría negarse a aprobar los presupuestos del Estado.
Entre las filas de los republicanos -en Palau y en Calabria- también aumenta el debate sobre qué hacer en Cataluña. Por una parte, el Govern puede mantener la prórroga presupuestaria todo el 2024; intentar negociar partidas concretas para ampliar las cuentas del 2023 -todo y que con poco margen; o incluso presentar un nuevo proyecto presupuestario -una vía que ahora mismo toma poca fuerza.
Al mismo tiempo, cada vez hay más voces que estudian el escenario de un adelanto electoral en Cataluña. Varias fuentes consultadas de ERC sostienen que, al girarse los presupuestos, hay que valorar si vale la pena «aguantar» hasta el final de la legislatura, o bien adelantar las elecciones. Los grupos parlamentarios de Junts y Cs han aprovechado el debate de hoy para pedir este escenario.
En este sentido, ya hay dirigentes que evalúan si, en un escenario de adelanto electoral, a ERC le conviene ir a las urnas de inmediato -es decir, justo antes de las europeas; hacerlo después de las elecciones en la Eurocámara para calibrar el resultado obtenido; o bien esperar a otoño, la vía que ahora mismo toma más fuerza. Hasta ahora, Aragonès siempre ha mantenido en público que tiene la intención de agotar la legislatura y convocar las elecciones para febrero de 2025.
La última enmienda a la totalidad aprobada
El Parlament ha vuelto a vivir hoy un episodio que no pasaba desde el 2016 y que, de hecho, es el único precedente. Hace casi 8 años la CUP tumbó la tramitación de los presupuestos de JxSí con Carles Puigdemont de presidente de la Generalitat y Oriol Junqueras de vicepresidente y consejero de Economía.
Fue la primera vez desde la restauración de la democracia, en el 1980, que las cuentas no superaban las enmiendas a la totalidad. Así lo decidió el consejo político de la CUP con un resultado ajustado a pesar de tener un pacto de estabilidad parlamentario. Fue cuando los anticapitalistas afirmaron que el pacto político no se había roto sino que había «mutado».
La cámara se esperó casi un año más para aprobar unos nuevos presupuestos. Fue en marzo del 2017, sólo siete meses antes del 1-O. Entonces dos diputados anticapitalistas votaron a favor y el resto se abstuvieron para permitir la aprobación de unas cuentas que incluían una partida para la consulta, después del «referéndum o referéndum» de Puigdemont.
Desde 1980, el Parlamento ha aprobado 39 presupuestos de la Generalitat (4 en la primera legislatura, 5 en la segunda, 4 en la tercera, 3 en la cuarta, 4 en la quinta, 4 en la sexta, 3 en la séptima, 4 en la octava, 2 en la novena, 2 en la décima, 1 en la undécima, 1 en la docena y 2 en la actual).