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PortAventura y Hard Rock: historias paralelas

Los separan cerca de 40 años, pero el parque temático que ha transformado el turismo en la Costa Daurada y el proyecto que ha protagonizado la última crisis política catalana comparten cuestiones de fondo

En diciembre del 2022 se hizo un acto unitario con la lectura de un manifiesto a favor del proyecto de Hard Rock en la sede de la Cambra de Tarragona.ACN

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A mediados de 1989 la Generalitat adjudicaba a la americana Anheuser Busch la construcción de lo que 6 años más tarde se inauguraría como Port Aventura. Cuando se puso la primera piedra, en 1992, el parque se llamaba Tibi-Gardens. Y exactamente podría haber resultado un parque temático totalmente diferente y llamarse Euro Disney, si la compañía fundada por el creador de Mickey Mouse no hubiera optado por París.

A pesar de la distancia con la actualidad, cerca de 40 años, los caminos de Port Aventura y el de Hard Rock plantean guiones con elementos más similares de lo que puede parecer a primera vista, aparte de una diferencia de profundidad: Port Aventura hizo traquetear el oasis político catalán, pero ni mucho menos al nivel de poner fin a una legislatura. Este es un ejercicio de hemeroteca y de búsqueda en la memoria colectiva del Camp de Tarragona que no quiere ser exhaustivo, pero sí una aproximación a dos historias paralelas.

El inversor americano

No fueron pocos a finales de los años 90 los titulares de artículos de opinión del tipo ‘Bienvenido, Mr. Busch’. La cervecera -propietaria de parques temáticos que rivalizaban con Disney y también de la cerveza Bud- adquirió la mayoría de los terrenos negociando con sus propietarios -La Vanguardia aseguraba en julio de 1989 que ya llevaba la mitad- desde el mismo momento de la adjudicación. La tribu de los indios semínoles es la propietaria de Hard Rock, americana igual que la cervecera- y también tiene adjudicado el proyecto (desde 2018) pero la propiedad de los terrenos sigue siendo hoy en día de La Caixa, a través de su sociedad inversora Criteria, que los tasó inicialmente en 120 millones. Hard Rock depositó entonces una fianza de 10 millones para esta adjudicación y este es, hasta hoy, el único gasto conocido para sacar adelante el complejo de ocio.

Les incógnitas financieras

El PSC no dudaba del proyecto, pero proponía desplazarlo «un poco más allá» con el fin de «evitar la mayor operación especulativa de los últimos tiempos», según recogía El Periódico junio de 1989. Los entrecomillados corresponden al diputado gerundense Arseni Gibert y casi los repitió el diputado ebrense Victor Gimeno (ICV) cuando Port Aventura centró el debate parlamentario de mayo de 1992, sobre turismo, según recogía Nou Diari. En aquel mismo debate también intervino el republicano Josep Bargalló, que manifestó dudas en torno a la viabilidad económica de Port Aventura y sobre los avales que aportaba la Generalitat. El empresario Javier de la Rosa era la cara visible de la empresa Grand Tibidabo, una de las firmas accionistas de Port Aventura durante su construcción. Fue condenado en 2008 a tres años de prisión por apropiación indebida de 68 millones de euros.

La industria química y el turismo

De las 880 hectáreas de terreno del Centro Recreativo y Turístico, Port Aventura ocupó inicialmente 190. Entre las restantes hay las que tendría que ocupar Hard Rock, si el proyecto salva los escollos urbanísticos planteados por los grupos ecologistas debido al riesgo químico. En mayo de 1989 los empresarios del sector químico de Tarragona alertaban de que el auge del turismo en la Costa Daurada provocaría un incremento de la animadversión hacia la industria y alertaban de que las multinacionales se replantearían inversiones si se construía el parque temático, según recogía El País mayo de 1989. Periodistas que en la época estaban en activo coinciden en señalar que aquel fue el inicio de un conflicto entre los dos sectores en que derivó una década después en el Plan Director de la Química y el Turismo, en el que la Generalitat fijó los límites de crecimiento.

La oposición al proyecto

Antes de la segregación de los municipios de Vila-seca y Salou, el grupo municipal del PSC intentó parar el proyecto con un recurso contra el acuerdo de pleno de junio de 1989 que daba luz verde al parque. El TSJC lo tumbó en 1991. Pero la principal oposición al proyecto no fue política ni de plataformas ciudadanas, sino que la protagonizaron los campesinos afectados por las expropiaciones de los terrenos que todavía hoy ocupa el Centro Recreativo y Turístico (CRT). El 20 de junio de 1989, docenas de ellos siguieron de cerca el plenario municipal que dio el sí al parque, en un clima que las crónicas de la época coinciden en definir de mucha tensión. Una manifestación que reunió medio millar de personas en Salou semanas más tarde y una acción de protesta durante el acto de colocación de la primera piedra, en abril de 1992 fueron algunas de las acciones más relevantes.

Los apoyos al proyecto

Al margen del sector químico, el resto de sectores económicos del Camp de Tarragona se mostraron partidarios de la llegada de Port Aventura. En las elecciones municipales de 1987, CiU sacó el 55% de los votos y 10 de los 17 concejales en juego en Vila-seca y Salou, antes de la segregación. En las siguientes municipales, con el proyecto plenamente consolidado, CiU amplió la diferencia: 12 concejales, por 5 del PSC. El proyecto del Hard Rock se ha alargado durante varias elecciones municipales. En las últimas, de 2023, Junts obtuvo mayoría absoluta en Vila-seca y el PSC gobierna en Salou en coalición con ERC. De los 42 concejales entre los dos municipios, los comunes suman 2 (en Vila-seca), 1 menos que en las elecciones de 2019 y, la CUP, ninguno. Les cámaras de comercio territoriales han impulsado manifiestos de apoyo.

Un momento clave para el turismo

Vila-seca planeaba en 1986 un parque acuático en la playa. Eran momentos para situarse internacionalmente en el panorama turístico, años de reflexión de un sector que tenía que ponerse a pensar qué quería ser de mayor. «PortAventura abre nuevos mercados, consolida los existentes y alarga la temporada», señala el actual portavoz de la Federació d'Empresaris d'Hostaleria de Tarragona (FEHT), Xavier Guardià, que anteriormente había sido gerente del Patronato de Turismo de Salou y de la Diputació. «Les similitudes de los dos proyectos son altísimas», señala, porque si Port Aventura supuso un salto cualitativo hacia el actual modelo de turismo familiar, el sector turístico actual ve el Hard Rock como la oportunidad perfecta para, captar nuevos mercados, consolidar los existentes y alargar un poco más la temporada.
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