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El Observatorio de la Calidad del Aire en Tarragona detecta un incremento de COV cerca del polígono químico sur

Por primera vez se completa un ciclo entero de cinco años de análisis y se han recopilado cerca de 70.000 datos

Imagen de las instalaciones de una empresa química en el polígono sur de Tarragona.ACN

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El Observatorio de la Calidad del Aire en el Camp de Tarragona ha detectado un incremento de Compuestos Orgánicos Volátiles (COV) en torno al polígono químico sur durante el 2023. Esta es también la zona donde se han registrado niveles más altos de estos componentes después de comparar los 22 puntos del territorio desde donde se han cogido muestras.

Este año, por primera vez se han publicado las puntas captadas del 1,3 butadieno. Un 1% de los 17.000 registros captados superó el valor de referencia de 20 µg/m³. Este límite no está fijado por normativa sino que lo ha escogido la misma industria. El director del complejo industrial de Repsol en Tarragona, Javier Sancho, ha dicho que «la calidad del aire en el Camp de Tarragona es buena».

La gran novedad de este año del Observatorio es que por primera vez se han publicado las puntas captadas del compuesto 1,3 butadieno. En concreto se ha hecho a partir de las muestras recogidas por un equipo (cromatógrafo) en línea situado en el Morell, el municipio que los últimos años había acumulado valores más altos de este compuesto. Así, se recogieron datos cada 30 minutos durante todo el 2023, hasta obtener casi 17.000 registros. Para los impulsores del estudio, las puntas son los valores superiores a 20 microgramos por metro cúbico (µg/m³). Así, se superaron en un 1% de los casos, por debajo del 2% del 2022. Tal como aparece recogido en el informe, se han llegado a captar algunos episodios superiores a 100 µg/m³, con un pico máximo de casi 200 µg/m³ a finales de marzo del año pasado.

Sancho ha explicado que a partir de este un centenar de puntas detectadas desde Repsol han impulsado una cincuentena de informes internos para tratar de averiguar si hay una relación entre la actividad industrial y el pico contaminante. Así, el seguimiento en continuo les permite «tener información» y «revisar en aquel momento» las operativas «por si alguna actividad es la causa de la punta». «A veces no es posible identificarlo, pero otras, sí», ha asegurado. Sin embargo, ha afirmado que la ambición de la compañía que dirige es «llegar al 0%» de puntas.

Aparte, desde el Observatorio también tienen como referencia el valor de 2 µg/m³, puesto que es el límite de media anual recomendado por el Ontario Ministry of the Environment -administración medioambiental de Ontario (Canadá)-. De las 17.000 muestras, en un 7% se superaron estos 2 µg/m³. Según los datos, en 2022 este umbral se excedió en un 10% de los casos.

En este sentido, la media anual del 2023 en el Morell de los datos captados por este equipo en línea fue de 1,43 µg/m³, un registro similar a los 1,67 µg/m³ de media que dio el sistema de muestreo pasivo, tal como han destacado desde el Observatorio. Paralelamente, en septiembre se puso en marcha un segundo equipo en Constantí, y por ahora los resultados son «similares» a los del Morell, según los impulsores del estudio.

Evolución

Otro de los elementos más estudiados es el sumatorio de los 75 Compuestos Orgánicos Volátiles (COV) captados. El 2023 los registros más altos fueron en el entorno del polígono petroquímico sur. Así, el más destacado fue el de la Universidad Laboral (82,4 µg/m³ de media anual), seguido de la Canonja (61,3 µg/m³) y la Pineda (58,1 µg/m³). En cambio, en el casco urbano de Vila-seca se registraron 20,7 µg/m³, una cifra casi idéntica a la de Alcover (21 µg/m³), un municipio más alejado de los grandes polígonos industriales de la región. La media más baja pero, fue en Prades (8,13 µg/m³), municipio del Baix Camp situado a 1.000 metros de altitud y alejado del área metropolitana tarraconense. En cuanto a las cuatro capitales de demarcación catalanas, donde se ha detectado una media inferior de COV ha sido en Tarragona (29,9 µg/m³), por debajo de Barcelona (44,4), Lleida (39,7) y Girona (38,1).

Por otro lado, el informe de este año también permite analizar la evolución de los COV en un ciclo de cinco años. En la mayoría de los casos, este parámetro el 2023 se ha incrementado respecto el año anterior y en lugares como la Universidad Laboral, la Canonja o la Pineda se ha establecido el nivel más alto de contaminación de la serie. El caso específico de la Laboral lo ha analizado el director del estudio y catedrático de Química Analítica de la URV, Francesc Borrull, que ha indicado que hacia finales del 2023 se detectó un incremento de los COV, especialmente de uno de ellos, el acetato de metilo.

Metodología y benceno

El Observatorio sobre la Calidad del Aire en el Camp de Tarragona está impulsado por Repsol, con los apoyo de la Associació Empresarial Química de Tarragona (AEQT), la coordinación del Instituto Cerdà y la dirección científica de la Universitat Rovira i Virgili (URV). El estudio evalúa las inmisiones -la concentración de un contaminante que respiraría una persona en un punto concreto del territorio-y la presencia de Compuestos Orgánicos Volátiles (COV) en el Camp de Tarragona.

Para recoger los datos se monitorizan hasta 22 puntos, de los cuales dieciocho estan en doce municipios diferentes del Camp de Tarragona, además de Prades (Baix Camp), Barcelona, Lleida y Girona. Se hace mediante unos aparatos que recogen muestras de las inmisiones durante catorce días al mes. En conjunto se estudian hasta 75 COV diferentes, con especial atención en los que se generan en las instalaciones de la industria petroquímica del Camp de Tarragona, como el benceno, el 1,3 butadieno y el 1,2 dicloroetano, entre otros.

De todos estos, tan solo el benceno está regulado por ley. La normativa europea fija un máximo de 5 microgramos por metro cúbico (µg/m³) de media anual en un mismo punto. Según los datos recogidos por el Observatorio en ninguno de los puntos de estudio se llega a esta cifra y ni siquiera se superan los 2 µg/m³. Los registros más altos son los de los puntos de control de la Universidad Laboral (1,77 µg/m³) y los de Constantí (1,68 µg/m³), que superan zonas con más incidencia del tráfico como el mismo centro de la ciudad de Tarragona (0,80 µg/m³), pero también la ciudad de Barcelona (0,89 µg/m³).

Por su parte, en este caso la Generalitat sí que hace un control de esta sustancia gracias a dos equipos en línea que tiene instalados en Constantí y Puigdelfí, que recogen datos cada hora desde hace más de quince años. En la mesa redonda posterior a la presentación del estudio, el delegado del Gobierno en el Camp de Tarragona, Àngel Xifré, ha valorado que el Observatorio es «un ejercicio de transparencia» de la industria química «único en el mundo» que «tiene que continuar».

Aun así, ha reconocido que la administración «tendría que establecer valores de referencia» en compuestos como el 1,3 butadieno y ha apuntado que «es la parte legislativa» quién lo tiene que hacer .«Hay algunos, y por seguridad de todo el mundo, que sería conveniente que estuvieran, para que la gente estuviera convencida que los valores demuestran que hay una buena calidad del aire», ha remarcado. A la vez, ha comentado que el de Tarragona es «el polígono químico más monitorizado del mundo».

En este sentido, el alcalde de la Canonja, Roc Muñoz, ha asegurado que se cree los datos publicados y ha manifestado que la tarea es «hacerlos llegar a la población» para evitar desconfianzas. El rector de la URV, Josep Pallarès, ha añadido que el prestigio de la universidad avala los resultados.

El informe de 2023 se puede consultar en el siguiente ENLACE

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