El Colegio de Enfermeras exige que se triplique el número de comadronas en Tarragona y el Ebre

El Colegio Oficial de Enfermeras y Enfermeros de Tarragona (CODITA) ha exigido que se triplique el número de comadronas en el Camp de Tarragona y las Terres de l'Ebre. Según la vocal de la junta, Gemma Martínez, el 80% de las profesionales tienen que trabajar en dos o tres sitios al mismo tiempo para cubrir las necesidades de la población.

«Eso quiere decir que necesitaríamos a unas 300 comadronas», ha expuesto Martínez, quien ha recordado que en la demarcación hay 106 profesionales colegiadas. De esta manera se llegaría al objetivo «de una comadrona, un parto».

«Muchas veces, para hacer un buen acompañamiento, una comadrona tiene que atender a cuatro mujeres a la vez», ha denunciado la enfermera en el marco de una jornada centrada en la salud sexual y reproductiva de la mujer.

Martínez ha lamentado que, actualmente, la ratio de estas profesionales por cada 1.000 nacimientos es de dieciocho en Cataluña, mientras que al resto de países europeos se sitúa en 64. «La previsión es que la situación empeore en los próximos años, y que de aquí a tres o cuatro años haya un colapso de la atención en la salud sexual y reproductiva», ha afirmado Martínez, quien ha añadido que esto supondrá «un déficit de las curas a la mujer y a sus familias y, por lo tanto, el aumento de la morbilidad antes, durante y después del proceso de maternidad y paternidad».

Aun así, ha recordado que estas ratios han quedado obsoletas, puesto que, cada vez más, las comadronas ofrecen un mayor número de servicios. «Realmente, nuestras competencias son muy amplias y tenemos muchas consultas como la del suelo pélvico, la trans, la reproducción asistida, el parto, la lactancia (...)», ha detallado.

De hecho, Martínez ha afirmado que desde el Departamento de Salud les han trasladado que la Generalitat ya está trabajando en un plan para saber qué ratios de comadronas necesita Cataluña. «Esto ya es un gran paso», ha celebrado.

Martínez también ha expuesto que otra de las demandas de este colectivo es que se las reconozca «como el referente en la salud sexual y reproductiva de la mujer durante toda su vida». En este sentido, ha defendido que no solo atienen los partos, sino que también hacen atención a los adolescentes, realizan revisiones ginecológicas, ofrecen asesoramiento anticonceptivo, atienden las infecciones de transmisión sexual y hacen reeducación del suelo pélvico, entre otros. «Queremos que la gente nos conozca más y pueda venir a demandar nuestros servicios», ha afirmado.

Afectaciones «infravaloradas»

De todo se ha hablado durante la Jornada de Comadronas que el CODITA ha organizado este viernes, coincidiendo con el Día Internacional de las Comadronas este domingo 5 de mayo. Bajo el nombre Compartim i ens projectem cap al futur, unas setenta profesionales han asistido a las diferentes ponencias, mesas redondas y talleres prácticos alrededor de temas como el parto en el agua -solo el Hospital de Tortosa Verge de la Cinta hace este tipo de partos en la demarcación y representan un 2% del total-, o la consulta de suelo pélvico, donde se detectan problemas de salud como la incontinencia urinaria o la dispareunia.

Todas estas patologías afectan directamente la calidad de vida y salud de las mujeres. De hecho, y según ha expuesto Martínez, todavía «hay muchas afectaciones de salud que son infravaloradas o no se pueden atender adecuadamente» por carencia de recursos. Según un estudio publicado en The Lancet, las mujeres sufren afectaciones de salud a medio y largo plazo derivadas del parto. En este sentido, detalla que un 35% de las mujeres que han tenido un parto vaginal sufren dispareunia, es decir, tener un coito sexual difícil o doloroso.

En la misma línea, desde el CODITA han afirmado que un 24% de las mujeres sufren incontinencia urinaria después del parto, y un 3% incontinencia anal. Otras patologías vinculadas al embarazo son la lumbalgia, que puede llegar a afectar hasta el 50% de las gestantes y que perdura en un 30% de las mujeres; o el estado emocional, en que se calcula que, aproximadamente, un 15% de las mujeres que han parido sufren un trastorno depresivo posparto, así como los hombres.

«Es imprescindible conocer las consecuencias sobre la salud que sufren las mujeres después del parto, y hay que destinar recursos y herramientas, para que las comadronas puedan atender y acompañar a estas mujeres y sus familias en todo su proceso de recuperación», ha finalizado Martínez.

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