Entrevista
Saül Garreta: «La única manera de afrontar el cambio climático es compartiendo»
El presidente de la Autoridad Portuaria plantea un nuevo organismo de gobierno que replique en el Camp de Tarragona el Área Metropolitana de Barcelona (AMB)
¿Qué hace que el Port esté ahora tanto preocupado por el agua?
«La respuesta es bien clara: un área metropolitana necesita varios ingredientes: puestos de trabajo, industria y unas condiciones mínimas habitables. Es un territorio donde tienen que coexistir muchas cosas. Hablamos de conectores biológicos, de cauces de ríos, de persones...Y para todo necesitamos agua. Como Port tenemos muchas razones para ponerlo encima de la mesa.»
Concrete, por favor.
«Cuando hablamos del Valle del Hidrógeno, necesitas agua. Cuando hablamos de reindustrialización, de una fábrica de reciclaje de baterías, también. Cuando hablamos de unas actividades logísticas, o una fábrica de microchips, o de coches, o de cualquier otra cosa, también necesitas agua. Y no hace falta que sea mineralizada sino que es para usos industriales. El agua que actualmente tiene las mejores características para eso es la que genera AITASA, que es una empresa de la AEQT. Pues nosotros, en nuestra zona de actividades logísticas, que son un millón de metros cuadrados, queremos generarnos nuestra propia agua.»
¿Cómo?
«Tenemos unos terrenos de uso industrial en la pedrera de Salou, donde a nadie se le ocurriría poner unas naves de cereales o unos silos porque no tiene ningún sentido hacer un muelle justo en medio de una zona turística. Es un lugar perfecto para hacer una desalinizadora para cubrir toda aquella agua industrial que no somos capaces de producir con la regeneración. Aquella que falte para cubrir el 100% de los usos industriales, portuarios y las actividades logísticas.»
Es decir, agua para el Port.
«Pero nuestra idea es que también haga de pulmón del agua del CAT, el agua del minitrasvase del Ebro, en un momento dado de avería o de cualquier problema. Ya ha habido problemas, pero de momento los han podido arreglar en 40 horas. Ahora bien, si tuvieran que estarse dos semanas eso sería un drama para todo el Camp de Tarragona. Este proyecto que planteamos en la pedrera de Salou es un proyecto metropolitano por esta razón.»
No lo criticarán por falta de ambición, no.
«Si lo juntamos con otro proyecto que estamos haciendo conjuntamente con Vila-seca, que es un centro de interpretación de la red Naturaleza 2000 y la villa romana que tenemos en Cal·lípolis, que está más tocando al Port, en el municipio de Vila-seca... y si le sumas los ocho millones de euros que hace el mismo ayuntamiento de Vila-seca con el paseo marítimo, que acaba en esta zona de pantanales de 2,7 hectáreas de los Prats d'Albinyana que recuperamos nosotros... pues tiene todo el sentido del mundo: todo conjuntamente, un proyecto emblemático de lo que puede ser una nueva economía, una nueva manera de ver el mundo.»
¿Qué capacidad prevé para esta desalinizadora?
«Si ahora Aitasa llega a suministrar el 40%, buscamos que la desalinizadora pueda complementar el otro 60%. Estamos hablando de unos 20 hectómetros cúbicos.»
El Port no tiene ningún problema de abastecimiento de agua. ¿Por qué nace este proyecto?
«Nosotros tenemos el agua absolutamente garantizada con la concesión del minitrasvase. Y si no, con Aitasa no tendríamos ningún problema. Planteamos esta propuesta por una vocación de coliderazgo del área metropolitana. De buscar una resiliencia de cara al futuro como estructura estratégica que somos.»
Parece que, de alguna manera, el Port haga marcha atrás en aquello que ha hecho en el pasado.
«No se puede culpar a nadie de ninguna época pasada. Ahora, el drama del cambio climático es que pone en peligro la vida de los humanos. Nos tenemos que plantear los proyectos desde una visión holística, metropolitano en nuestro caso. Es aquello de pensar a nivel global, y después ir bajado de escala.»
Y este será el grano de arena del Port.
Nos queremos posicionar como un puerto de búnkering de combustibles con bajas emisiones e incluso con cero emisiones. Y eso no se hace de un día para otro, es toda una gran apuesta. Ser sede del Valle del Hidrògen, apostar por nuevos combustibles, buscar un rack para que se pueda traer CO2 líquido y así ayudar a aquella economía de la cadena de valor del CO2 que conecta polígono Norte y polígono Sur. Fíjese en que me estoy yendo del Port y estoy entrando en el área metropolitana. Hacemos desde colaborar con Tarraco Viva o los artistas del territorio hasta plantear un prado de posidonia ante el Miracle, que eso ayudaría a amortiguar los temporales. ¿Conoce nuestro parque subacuático»?
...?
«El año 1995 se hundió un barco, la Dragonera, y ahora allí te puedes encontrar posidonias, barracudas, pulpos...Una vida brutal, comparable a un mar del Caribe. Y en todo eso hay un hilo conductor que desde nuestro punto de vista no es ni tarraconense, ni de Vila-seca, ni de La Canonja ni de Salou: es metropolitano.»
Usted habla de área metropolitana con naturalidad...pero no existe ningún ente de gobierno que lo oficialice.
«Eso es diferente. Yo creo que sí que somos un área metropolitana. Si hiciéramos un mapa de las relaciones laborales, de ocio y familiares, veríamos que esta zona está superconectada. Todo eso crea unas relaciones, que tienen un nivel de densidad que cogen una entidad.»
Hay quien dice que no lo somos.
Hay quien cree a que un área metropolitana son un montón de edificios tocando los unos en los otros. No, perdone. Eso sería sencillamente un conglomerado urbano. El nuestro es un territorio que quien viene de fuera dice que se vive allí bien, porque lo tenemos todo relativamente cerca.
Tenemos una geografía bastante abarcable.
«Y lo que tenemos que hacer es no empeorarlo. En este territorio se ha creado una identidad metropolitana. ¿Pero esta identidad en que se traduce? En nada, y este es el drama.»
¿Cuál es su propuesta?
«Tenemos una universidad dispersa, en Vila-seca, en Reus, en Tarragona...y eso ya nos está dando una idea. Todo pasa por una gobernanza, y por mancomunar una parte de competencias de cada municipio con este ente metropolitano, de que tenga capacidad de planeamiento. Exactamente como pasó en Barcelona con la AMB.»
Lo tiene claro.
«Evidentemente. Si no se hace así, no pasará. Ahora parece que estén pensando en mancomunar el transporte público y con eso mira, empezamos por aquí y ya haremos. Y a Valls lo dejamos fuera porque queda un poco lejos. Pues Valls es una potencia a nivel logístico. Muchísima gente puede trabajar en Valls, sólo es cuestión de trabajarlo.»
Los principales municipios ya están trabajando.
«Pero nos tendrían que tener en cuenta. Porque además tenemos la vocación y lo ejercemos. Nos la creemos. No quiero que se interprete como una queja, sino como una extrañeza. Evidentemente, cuando lo dices, te responden que más adelante ya contarán con nosotros. Bien, de acuerdo...pero resulta que ahora mismo vengo de una reunión con el departamento de Territori para ver como afrontamos un Plan Director de accesos ferroviarios y de viales al puerto, que fijará por donde pasan las mercancías peligrosas, por ejemplo. Son temas superestratégicos y supercomplejos que sólo se pueden afrontar desde un punto de vista metropolitano.»
Usted va más rápido que los principales líderes políticos territoriales, que de momento no quieren ni oír hablar de crear ningún organismo de gobierno metropolitano.
No puede ser que cuando viene un crucero de 1000 cruceristas no tengamos bastantes taxis porque los de Perafort no pueden venir a Tarragona y los de Tarragona no pueden ir a la estación de Perafort. ¿Pero dónde vamos así? Seríamos más eficientes y aprovecharíamos mejor los recursos, el agua, el transporte...etcétera.»
Casi está diciendo que un ente metropolitano sería un arma contra el cambio climático.
«Eso los políticos lo tienen que ver. Marzo ha sido el mes más caluroso de la historia. Llevamos una sequía de narices. Lo tienen que ver eso. Y la única manera de afrontarlo es compartiendo. Compartir genera unos roces, que se tienen que solucionar. Tenemos que compartir para economizar y ser más eficientes, y eso es el área metropolitana. Y eso pasa por una gobernanza, ceder una parte de competencias y buscar unos coliderazgos. Y ser generoso.»