Sociedad
Inician los encuentros técnicos para abordar la aportación de agua del Ebro al Priorat
El organismo de cuenca estudia si incluye la medida en la próxima planificación hidrológica prevista para el 2027
Vista general del embalse de los Guiamets, con muy poca agua junto a la presa.
La Generalitat y la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) ha iniciado las últimas semanas encontradas técnicas para abordar la posible aportación de agua del Ebro hacia el Priorat. Desde el Departament d'Acció Climàtica han valorado positivamente que la CHE no se ha opuesto al proyecto y se muestran «optimistas» respecto la opción que lo incluya en el próximo ciclo de planificación hidrológica que tiene que entrar en vigor en 2027.
De hecho, desde el organismo hidrográfico reconocen la «situación crítica» que hay en la cuenca del Siurana y adelantan que en el borrador del nuevo plan de sequía que elaboran se ha definido «una nueva unidad territorial de escasez» en esta zona para analizar y aplicar medidas correctora con más precisión.
En enero, el Departament d'Acció Climàtica presentó dos proyectos para garantizar un riego de soporte al Priorat. Les dos propuestas independientes prevén captar agua del río Ebro para abastecer los pantanos de la comarca y asegurar la actividad agraria. Por una parte, se proponía llevar el agua desde Garcia (Ribera d'Ebre) hasta el pantano de los Guiamets y en paralelo, al de Siurana.
Por otra parte, se planteaba conectar el pantano de Margalef al canal Garrigues-sud. El proyecto levantó polvareda rápidamente. La Plataforma en Defensa del Ebro y el Gepec se opusieron, mientras que a diferencia de lo que había afirmado la Generalitat, la CHE aseguró que no había sido informada previamente.
Sin embargo, la previsión del Govern era terminarlo todo en 2027 y utilizar 5 hm³ de agua anuales. Unos plazos que la CHE descartó rápidamente porque este proyecto no se podría empezar a sacar adelante hasta, precisamente, a finales del 2027, cuando entre en vigor el próximo ciclo de planificación hidrológica. Según Acció Climàtica hacen falta tres años de obras y 60 millones de euros, con lo que, en el escenario más optimista, no se movería agua hasta el 2030. Una opción que los campesinos del Priorat rechazan por la necesidad imperiosa de agua que tienen a día de hoy por la sequía.
En las últimas semanas ha habido conversaciones entre los técnicos de la CHE y de Acció Climàtica para estudiar la propuesta, especialmente la de enviar agua desde Garcia hacia el embalse de los Guiamets y de Siurana. Desde la confederación, aunque no hablan abiertamente de esta iniciativa, sí que reconocen que mientras no llegue la lluvia hay que seguir buscando soluciones viables desde el punto de vista técnico y económico para poder solucionar en el futuro situaciones parecidas a las que se están produciendo ahora en la cuenca del Siurana.
