Salud
Descartan virus patógenos para los humanos en la garrapata que se expande por Tarragona
En el 2022 se constató esta expansión de esta garrapata en entornos periurbanos de Tarragona y Barcelona, por el aumento de temperaturas y la proliferación de sus hospedadores, como el conejo y el jabalí
Un estudio de la Universidad de Zaragoza descarta la presencia de virus patógenos para humanos a las garrapatas Hyalomma lusitanicum, que se han expandido en los últimos tiempos en el área metropolitana de Barcelona y a Tarragona.
En el 2022 se constató esta expansión de esta garrapata en entornos periurbanos de Tarragona y Barcelona, por el aumento de temperaturas y la proliferación de sus huéspedes, como el conejo y el jabalí.
Saltaron las alarmas porque esta garrapata puede actuar como vector del virus que causa la Fiebre Hemorrágica de Crimea-Congo en humanos, una enfermedad que puede desencadenar en un cuadro hemorrágico grave e incluso mortal.
No obstante, un nuevo estudio del investigador Agustín Estrada-Peña, de la Universidad de Zaragoza y del Instituto Agroalimentari de Aragón -actualmente integrado en el Ministerio de Sanidad de España-, ha confirmado la baja prevalencia o quizás la ausencia de virus patógenos para humanos en este tipo de garrapata a Barcelona y Tarragona.
Según ha informado este lunes a la Universidad de Zaragoza, en este primer estudio metagenómico de los virus existentes por garrapatas Hyalomma lusitanicum en las dos provincias se han detectado cuatro virus de artópodos, sin importancia sanitaria humana o animal y cuyo interés para la fisiología de las garrapatas todavía está por determinar.
Estos datos no se pueden extrapolar al resto de España, a causa de las diferentes condiciones ecológicas y climáticas que gobiernan la epidemiología de estos agentes.
Este trabajo ofrece tranquilidad a la creciente preocupación por el aumento poblacional de esta garrapata en Barcelona y otras zonas de Cataluña, ya que «la prevalencia de virus patógenos en H. lusitanicum en la región tendría que ser considerada muy baja o nula», concluye el estudio.
La parte técnica de este estudio, consistente en la secuenciación metagenómica y el trabajo bioinformático, fue ejecutada en colaboración con Nano1Health SL, una empresa derivada de la Universidad Autónoma de Barcelona, mientras que el estudio de campo lo realizó Carlos Pradera, de la compañía Anticimex.