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Nace 'Viu l'Art Viu', una iniciativa para acercar el arte contemporáneo a los jóvenes del Camp de Tarragona

El Mèdol impulsa una actividad «inmersiva» destinada a alumnos de primaria y secundaria, así como para familias

Un dels tallers pràctics de la iniciativa 'Viu l'Art Viu' a Casa Canals.

Uno de los talleres prácticos de la iniciativa 'Viu l'Art Viu' en Casa Canals.ACN

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El Centro de Artes Contemporáneas de Tarragona, el Mèdol, ha impulsado la creación de Viu l'Art Viu, una iniciativa que busca acercar el arte contemporáneo a los jóvenes del Camp de Tarragona. Conjuntamente con Còdol Educació, se ofrece a alumnos de primaria y secundaria un taller que mezcla varias dinámicas, para que experimenten, a la vez que se fomenta el debate y el pensamiento crítico.

Una «inmersión» que también les ayuda a entender las exposiciones que acoge Casa Canals, como A second skin de Vanessa Pey. La propuesta ha empezado a dar los primeros pasos durante este mayo, por donde hay pasado más de 200 estudiante de los institutos Roseta Mauri de Reus y Martí y Franquès de Tarragona. Durante los meses de verano, la actividad se adaptará para las familias.

Reflexionar sobre cuáles son o si existen límites en el arte. Este es uno de los primeros debates con los que se toparán los alumnos de primaria y secundaria que participen en la iniciativa Viu l'Art Viu. Este martes ha sido el turno de una treintena de alumnas de 3.º de ESO del Instituto Roseta Mauri de Reus. Divididos en dos grupos, han descubierto diferentes obras y artistas de arte contemporáneo, así como las diferentes y varias técnicas que se utilizan.

La parte más práctica de este taller de dos horas ha estado crear una pieza propia utilizando cordeles de lana. Según la educadora de Còdol Educació, Raquel Olivas, esta actividad les enseña que pueden crear obras de arte con cualquier elemento. Además, y según ha defendido, «el hecho de utilizar un lenguaje diferente hace que conecten más directamente» con el mensaje.

Por su parte, el coordinador y mediador del Mèdol, Quim Packard, ha defendido que el arte contemporáneo «ofrece la oportunidad de ver el mundo de otro modo», a la vez que nos invita a la reflexión y a fomentar el pensamiento crítico. El director del ente, Vicent Fibla, ha añadido que «los jóvenes se encuentran en una etapa, en que tienen que aprender a desarrollar el pensamiento crítico, y en esto, la creación artística puede jugar un papel importante».

La exposición 'A second skin'

La jornada ha finalizado con la visita a la exposición A second skin de Vanessa Pey, que el Mèdol acogerá en Casa Canals hasta el 25 de agosto. Una propone que ha permitido a los estudiantes «reinterpretar» la obra según su criterio. «Normalmente, en un museo tenso un cartel que te dice qué estás viendo y cómo está hecho», ha detallado Olivas, quien ha celebrado que las piezas de Pey son, contrariamente, «mucho más abiertas y te dejan mucha más capacidad para reinterpretarlo tú de la manera que quieras».

La creación gira alrededor del fenómeno del voyeurismo y la relación subjetiva que se establece entre el objetivo de las cámaras y el interior del ser humano. Así pues, se busca cuestionar «la relación entre los dispositivos de grabación, los métodos cinematográficos y el efecto psicológico que experimentan los cuerpos que acontecen meros sujetos», según han expuesto desde Mèdol.

Más de 200 jóvenes

Con esta nueva propuesta, el Centro de Artes Contemporáneas de Tarragona también busca atraer el público más joven y fomentar que participen del conjunto de exposiciones y actividades que se ofrecen a lo largo del año. De momento, la iniciativa ya ha recibido la visita de más de 200 alumnos de secundaria. Además de los estudiantes del instituto Roseta Mauri de Reus, Casa Canals también ha acogido, durante este mes de mayo, los alumnos de 1.º de ESO del instituto Martí i Franquès de Tarragona.

A pesar de que el curso ya esté llegando a su fin, desde el Mèdol han confirmado que los talleres escolares se retomarán en septiembre y que durante los meses de verano, la actividad se adaptará para que los jóvenes puedan participar en familia. De este modo, y según ha apuntado Packard, se les ofrece una alternativa cultural en el mundo «de pantallas» en que están inmersos.

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